Marco Avilés sobre cancelación del programa de la Paisana Jacinta: “Nos falta reflexión y cambio”

Escrito por Crédito de imagen: PuntoEdu Revista Ideele N°295. Diciembre 2020

La sentencia sobre el programa la Paisana Jacinta, por la que el Poder Judicial ordena que se deje de emitir, ha generado nuevamente polémica en el Perú. El escritor y experto en temas de racismo y discriminación, Marco Avilés, opina al respecto.

¿Cuáles son los cuestionamientos que harías a Jorge Benavides y a Frecuencia Latina?

En mi opinión, uno de los cuestionamientos más importantes a los responsables de la creación y la emisión de personajes como el de la Paisana Jacinta o el Negro Mama, es que tras varios años en que diferentes frentes, organizaciones, activistas, etc. han criticado estos personajes, los responsables no han reaccionado de propia iniciativa ante esas críticas. Las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales han estado alertando y haciendo notar también que estos personajes son racistas y explicando el porqué. Frecuencia Latina recibió durante años quejas e información de porqué sus personajes son racistas; los funcionarios bien podrían haber reflexionado y averiguado más al respecto durante estos años. Sin embargo, tanto Jorge Benavides como Frecuencia Latina han mantenido su posición de taparse los ojos y oídos y seguir emitiendo el programa.

¿En otros países existen personajes similares al de Jacinta?

En plano internacional existen personajes similares cuyos creadores, sin embargo, han ido también adaptándose a los tiempos. En Colombia, por ejemplo, el personaje del soldado Micolta era interpretado por un cómico que hacía blackface[1]. Después de muchas protestas, el personaje cambió: se ha seguido representándolo pero ya sin blackface. Se puede ver en este caso que ha habido un proceso de reflexión y cambio. Este proceso me parece sumamente importante. En EE.UU. que, como sabemos, tiene una historia muy compleja respecto al racismo y los legados de la esclavitud, el blackface es ya imposible de imaginar, porque allí ha habido justamente ese proceso de cuestionamiento, reflexión y cambio en la sociedad, de manera que a los cómicos y humoristas les resulta, en la actualidad, impensable  hacerlo. 

Mas allá de Jorge Benavides ¿Qué va a pasar con los cómicos peruanos? ¿Van a reflexionar y cambiar de acuerdo con el momento histórico actual o van persistir en lo mismo?

Y este proceso no se ha dado en el Perú...

En el caso de Jorge Benavides y Frecuencia Latina lamentablemente no ha habido ese proceso de adaptación a los nuevos tiempos, que significaría en la práctica dejar de producir estos programas de forma espontánea. Hay personas que hablan de censura, que afirman que la orden del poder Judicial de que se deje de emitir el programa es una posición extrema, etc., pero pensemos más bien desde el lado de la responsabilidad que tienen los creadores de estos personajes y de lo que han debido hacer y no han hecho. Ante los diferentes cuestionamientos, se han mantenido en su posición de seguir produciendo y emitiendo esos contenidos. La ciudadanía ha tenido que recurrir al poder judicial como una instancia final y definitiva para que se detenga el programa, después de no haber encontrado espacios de diálogo.

En efecto, JB y FL no reaccionaron ni siquiera años después de presentada la demanda, ni ad portas de una sentencia judicial…

Así es. Durante todos estos años Jorge Benavides y Frecuencia Latina han perdido una valiosísima oportunidad de poder avanzar con los tiempos y voluntariamente hacer un cambio a ese personaje absolutamente anacrónico. Estamos viviendo un tiempo en el cual hay una conversación abierta en torno al racismo, la discriminación, el patriarcado y el machismo, donde, sobre todo aquellos quienes que nos dedicamos a la comunicación, deberíamos seguir un proceso continuo de autocrítica – para estar a tono con los tiempos. Hay debates -como los que se originan alrededor del lenguaje inclusivo- donde es evidente la resistencia ante el cambio, a la evolución. Hay personas se oponen a que el lenguaje refleje lo que está pasando en la realidad, y lo hacen desde posiciones de poder, ya sea la Real Academia o intelectuales como Mario Vargas Llosa.

¿Cómo ves el panorama del humor en el Perú a ese respecto?

En el Perú existe esa resistencia a la reflexión y el cambio en asuntos que tienen que ver sobre como se hace el humor. Tradicionalmente los programas humorísticos han construido personajes y sketchs en base a la violencia y a la burla de personas de comunidades minorizadas como indígenas, afroperuanas, lgtbi. Jorge Benavides no es el primer hombre que se disfraza de mujer andina, está también el menos cuestionado Ernesto Pimental, pero antes, por ejemplo, también lo hizo Guillermo Rossini. Benavides no es tampoco el único que hace blackface, tenemos a Carlos Alvarez y otros más que no están cuestionados directamente ni tan abiertamente, pero hay que verlo claramente y entenderlo: no se trata solo de una persona, sino de una forma de hacer humor en la que están involucradas varias personas, algunas mas notorias que otras. Entonces, la pregunta que habría que hacerse ahora es la siguiente: Mas allá de Jorge Benavides ¿Qué va a pasar con los cómicos peruanos? ¿Van a reflexionar y cambiar de acuerdo con el momento histórico actual o van persistir en lo mismo? Yo creo que es importante exigir que los cómicos, los comunicadores, las personas en general sean responsables de lo que hacen. He visto posiciones de colegas escritores defendiendo indirectamente a estos cómicos -en concreto a Jorge Benavides- con el argumento de que la libertad de expresión se está vulnerando al haber prohibido el Poder Judicial la emisión del programa. Me parece que se hace una defensa indirecta a partir de la victimizacion, desde el papel de victima. Sin embargo creo que hay que exigirles que actúen con responsabilidad y que respondan a los cuestionamientos que se le hace.

Muchas veces las críticas a aquellos que se oponen a los personajes racistas no suelen tener argumentos sino que parecen simplemente basarse en un supuesto resentimiento social.

Quienes rechazan la critica que se hace a estos personajes, suelen descalificar a aquellos que los critican utilizando frases recurrentes tales como: “son acomplejados”, “son resentidos sociales”, etc. Estos mecanismos de descalificación no solo ocurren dentro del ámbito del racismo, sino por ejemplo también en las discusiones sobre el machismo, donde son comunes adjetivos estrafalarios como “feminazis”, “resentidas”, etc. Se trata de mecanismos de cancelación de la crítica que forman parte de un patrón donde quienes tienen poder desvirtúan la critica que se les hace usando calificativos en lugar de ideas. Es como si en lugar de discutir prefiriesen tirar cáscaras de plátanos o tomates. No se trata de que haya una epidemia de resentimiento que ocasione que se reclame cada vez más contra personajes como el de la Paisana Jacinta, sino que la crítica al racismo que nos envuelve a todos, en el Perú, en América Latina, en el mundo occidental, en general, está creciendo y llegando a espacios donde antes no. Este sistema no ha sido materia de discusión publica durante muchísimo tiempo. Aunque el racismo existe y ha existido y es parte de nuestro día a día, durante mucho tiempo los testimonios sobre lo que es, como se sufre, como duele, como impacta, habían sido mantenidos en ámbitos bastante controlados como en la academia, un poco entre las familias o amigos. Pero ahora estamos asistiendo a una conversación global y en tiempo real, con la vigilancia y complejidad y velocidad y limitaciones que añaden las redes sociales.

¿Porqué crees que esa reacción de descalificar las críticas está tan arraigada?

Creo que quienes, como Jorge Benavides, hacen humor utilizando discursos racistas, se sienten obviamente desestabilizados porque les están diciendo que lo que hacen está mal, y ante esa crítica optan por descalificar a la gente. Y lo hacen porque tienen el poder de hacerlo, porque tienen el poder de decidir qué contenidos emitir. Y alguien que tiene el poder no quiere perderlo. Es algo que hay que aprender a procesar. Lo que se le pide a Benavides desde hace años no es que deje de trabajar en la televisión o que se exilie, sino que cambie el personaje o lo elimine porque sus contenidos están mal, porque vulneran derechos. Hay que pedirles que hilen fino, y que entiendan el sentido de las criticas, que abran la cabeza y los sentidos a lo que está ocurriendo en el mundo.

¿Qué esperas de los comunicadores peruanos de aquí en adelante?

Me parece necesario que las personas que ejercen la comunicación entiendan cuales son las criticas, las conversaciones publicas existentes respecto al racismo, a la discriminación, al machismo, a la descolonización, a la inclusión. Los comunicadores deberíamos estar abiertos a todo esto porque los lectores, los televidentes, los radioescuchas también evolucionan. Hubiera esperado -y espero- de cualquier artista, incluido Jorge Benavides, que voluntariamente tratara de entender a quienes lo critican. Eso ya ha ocurrido en otro países como EEUU, como ya hemos visto. Allí, así como ha habido leyes y luchas sociales, también ha habido en los comunicadores un proceso de evolución. Y es lo que debe ocurrir en el Perú también. Y no hablo sólo de Benavides y otros cómicos sino también, por ejemplo, de los influencers que, como Vania Torres, se pintan la cara, se disfrazan y cuando los critican argumentan que no fue su intención, y se victimizan. Los comunicadores deben hacerse responsables de sus comunicaciones. Comunicar implica mucha responsabilidad. Nosotros exigimos responsabilidad a los doctores, policías, y demás profesionales, pero a los comunicadores esa valla se la ponen muy baja. Creo que ser comunicador implica una gran responsabilidad y capacidad de dialogar con la historia y el presente. Si tu trabajo consiste en comunicar, es ilógico que te tapes los oídos cuando tu audiencia intenta decirte que la estás fregando.


[1] El“blackface” es una práctica por la cual un artista no afrodescendiente se pinta el rostro de color negro, exagerando los rasgos físicos para representar a una persona afrodescendiente.

Sobre el autor o autora

Rocío Meza
Abogada especialista en pueblos indígenas. Integrante de IDL-Litigio Constitucional.

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