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Revista Ideele N°296. Febrero 2021La niebla es aquello que nos nubla, que no nos deja avanzar. Una capa que oculta nuestra visión. Pero aunque haya niebla en el camino, aún podemos escuchar. Y es así que “Niebla”, el primer disco de Laura Arroyo se convierte en eso que escuchamos para que, poco a poco, salga el sol y la densidad se aclare.
Laura nos presenta no solamente un álbum, sino un concepto. En este sentido, las 4 canciones que completan “Niebla” están acompañadas cada una con una introducción/interludio a modo de poemas recitados por las mismas autoras, redondeando el sentido de esta producción. Y son estos 4 temas, a su vez, delimitados por las estaciones de un año difícil de vivir, como fue el 2020.
Abrimos con un mensaje de Laura Casielles y su hora afilada de los balances. Sus palabras nos envuelven de promesas propias que quizá, estamos por empezar a cumplir, es una búsqueda personal que termina siendo interrumpida.
Así empieza “Incendio”, canción que representa la estación del INVIERNO. Quizá Laura nos muestra el plato musicalmente fuerte desde el inicio para que nuestras emociones se queden pegadas al disco. Esta es la canción que engloba el desarrollo de “Niebla” llevando un crescendo que literalmente explota en llamas hacia el final de la canción. Con una frase como “pero si cargo con tu aroma en otras sábanas, será que aún queda fuego”, no podía ser de otra manera.
Sigue la intervención de Micaela Távara, en un código más actoral. Narrando una historia que se cuestiona de manera emocional una despedida y la impaciencia de la soledad, termina jugando con el tema de la incertidumbre hacia el final.
Es así, que la incertidumbre termina siendo el concepto que engloba “Las No Respuestas”. Una canción que representa esa tirada de dados al azar que todos pasamos durante la cuarentena, una canción llena de afirmaciones que responden a los cuestionamientos que pudimos haber vivido durante el encierro. Si se puede definir esta canción con una palabra, sería Honestidad. Y es así que representa a la estación de la PRIMAVERA, con esa sensibilidad que líricamente te permite dar un abrazo.
Pasamos a escuchar a Gabriela Wiener cuyo texto poético nos habla del amor. Imágenes que remiten a una emoción más positiva, en evolución con lo que veníamos escuchando que se hace cada vez más cálido.
Empieza entonces “Si Vas A Luchar”, que es efectivamente una canción con mucho fuego. Ritmos latinos que envuelven una letra de lucha, de queja, de levantamiento. La imagen que Laura nos pone al frente es política, es casi una marcha exigiendo nuestros derechos pero bailando. La manifestación de nuestra posición y terquedad por un cambio positivo puede ser una fiesta, y aquí es donde llega el VERANO en medio de la niebla.
La última intervención es de Claudia Blanco que nos cuenta sobre la preparación. Un texto más introspectivo, que da la vuelta en círculo a nuestras emociones y nos vuelve a poner en posición de cuestionarnos o acaso de, ¿reencontrarnos en el inicio?
Cierra el disco “Migrar”, que como el interludio anterior, baja el crescendo y más bien es un respiro. La música tiene ciclos, y así como las estaciones, OTOÑO es el momento que parece la calma antes de la tormenta, en que las preguntas se han resuelto, en que el abismo se haya lejos. Libertad, que equivale al título de esta canción, es lo que hemos logrado tras este viaje musical y conceptual, que nos lleva de la mano por todo un año de emociones.
¿Será que acaso entonces, este final, es el huracán calmado que remueve la niebla y nos permite ver nuevamente? Quizá es un respiro para poder esperar expectantes qué es lo que sigue en la carrera musical de Laura Arroyo, que seguramente será una fuerza más de la naturaleza.
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