En pleno siglo XXI, tras un siglo del reconocimiento de las comunidades indígenas por el Estado, en el Perú no existe aún un mapa oficial de comunidades nativas y campesinas, no hay cifras oficiales ni datos precisos al respecto, lo que existe es un catastro de tierras imperfecto por la falta de georreferenciación, la misma que se encuentran dispersos puesto que la competencia de la titulación de comunidades ha sido trasferida entre diferentes sectores del estado a lo largo de la historia, y en particular en las dos últimas décadas: Ministerios de Fomento, Justicia, Trabajo y Agricultura; y Gobiernos Regionales. En el presente artículo no nos referiremos a los factores administrativos y legales y a la falta de voluntad política que han generado esta importante deuda histórica del Estado con los pueblos indígenas del Perú, sino al aspecto cartográfico, sobre el cual se ha escrito relativamente poco. Al respecto, destacaremos la falta de un sistema de referencia único e información cartográfica actualizada, que incide negativamente sobre la seguridad territorial de los pueblos indígenas.
Sistema de Referencia
Las definiciones de “Sistema de Referencia” o “Datum” puede sonarle complejo y hasta confuso de entender, pero no es otra cosa que el “punto de partida” o la base del cual partimos para ubicar la posición de un punto u objetos sobre la superficie de la tierra, a través de un conjunto de valores numéricos conocido comúnmente como “coordenadas”. El uso de coordenadas para asignar una posición sobre un mapa se llama “Georreferenciación”.
Existen muchos Sistemas de Referencia, para esto cada país opta por una que mejor se adapte a su ámbito territorial. Aquí algunos ejemplos de los sistemas más utilizados: WGS84, ED50, ETRS89, NAD83, PSAD56, SIRGAS, entre otros.
Cartografía desactualizada
La cartografía elaborada en los años ochenta y noventa a escala 1/100 000 que se dispone como oficial para la región amazónica está desactualizada y obsoleta. Además, presenta inconsistencia de toponimias: es decir falta de nombres de lugares o en su defecto nombre errados de lugares en la cartografía oficial.
A pesar de los avances tecnológicos y las nuevas herramientas digitales para elaborar en detalle los mapas del país prácticamente la cartografía para la Amazonía ha permanecido igual. En general, el mayor esfuerzo de actualización y desarrollo cartográfico se ha realizado para la costa y sierra y para algunas zonas específicas a diferentes escalas. Así mismo, debemos avanzar en documentar los procesos en la elaboración de mapas a través de los metadatos, que no es otra cosa que el “DNI” de la información cartográfica que se genera o del mapa que se elabora. Esto con la finalidad de usar la información o mapa de manera correcta
Realidad caótica sin resolver
Tanto la falta de un sistema único de referencia como el uso de la cartografía oficial desactualizada generan confusión cuando se trata de georreferenciar o localizar el área de las comunidades ya tituladas y de aquellas que están pendientes de titulación.
Lo anterior se evidencia claramente en los primeros planos obtenidos por las comunidades tituladas, los mismos que han sido elaborados empleando distintos métodos: sin coordenadas, con coordenadas en datum PSAD 56, Carta Nacional del Instituto Geográfico Nacional a diferentes escalas. También se debe anotar que estos datos han sido determinados en gabinete, es decir, sin trabajo de campo, tomando como referencia ríos, quebradas o simplemente usando líneas rectas. Consecuentemente, los planos así generados no necesariamente coinciden con la realidad al momento de ser verificados en el terreno
Esta situación se observa con mayor claridad en la Amazonía. Así por ejemplo, algunos planos de comunidades nativas indican como límite a un río, y con el pasar del tiempo tienden a cambiar de curso, de modo que algunos cursos de agua ya no discurren por delante del centro poblado sino por detrás del mismo. A esto le podemos agregar numerosos casos en que los funcionarios y/o técnicos encargados de la titulación no recorrieron todo el territorio e hicieron uso de instrumentos de menor precisión, como brújulas o cintas métricas o realizaron el trabajo únicamente en gabinete, utilizando cartografía desactualizada y cerraron la poligonal con líneas rectas imaginarias, situación muy común, generando mayor imprecisión de la real ubicación y extensión de los territorios comunales.
Por varias décadas, el Perú adoptó un sistema de referencia -el Datum PSAD56- que en la actualidad ya no es compatible con los niveles de precisión que requiere nuestro país; además, no estuvo sustentado por ninguna norma legal para uso oficial. A raíz del avance de la tecnología y la aparición del GPS fue necesario adoptar un sistema de referencia de mayor precisión y de aplicación mundial. Así, en el 2011, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ente rector de la cartografía nacional da por finalizado la vigencia y uso del sistema de referencia PSAD56 y oficializa el uso del Datum WGS84. Es más, ya desde el 2006 el IGN había dispuesto la conversión progresiva obligatoria de toda la información cartográfica en el país de PSAD56 a WGS84.
A pesar de que el sistema WGS84 es de uso oficial, instituciones como COFOPRI, MINEM y el mismo SUNARP aún mantienen información cartográfica bajo el sistema PSAD56. Además, la SUNARP utiliza otro sistema –el Sistema de Referencia Geocéntrico para las Américas (SIRGAS) –, implementado desde 1995 y de uso oficial desde el 2011.
Otro dato importante a mencionar es que la información de COFOPRI del 2010, institución competente hasta ese momento en temas de propiedad comunal, señala que del total de comunidades campesinas tituladas, el 61.5% no estaría georreferenciado y lo mismo sucedería con el 93.3 % de nativas. Esto quiere decir que la propiedad de sus tierras sin planos georreferenciados es un derecho inseguro. Por otro lado, un gran porcentaje de la propiedad comunal titulada de los pueblos indígenas no está inscrita en registros públicos, a pesar de ser esta una labor de oficio de la Dirección Regional Agraria – DRA. En algunos casos hay comunidades inscritas que no cuentan con los documentos completos (título, plano. resoluciones, memoria descriptiva), complicando aún más la seguridad sobre su territorio. Es más, son frecuentes los casos donde no tienen ninguno de estos documentos.
Hace una década, surgieron iniciativas a través de INEI, COFOPRI, SUNARP y MINCUL, entre otras instituciones del Estado en superar esta ausencia de información oficial respecto del número total de comunidades tanto nativas como campesinas, quedando sólo en iniciativas. Sin embargo, ante el creciente número de conflictos socio-ambientales y la necesidad urgente de contar con información oficial el MINCUL en el 2013 en su portal web hizo público una base de datos sobre pueblos indignas u originarios, la misma que ha sido considerado como referencial y de actualización permanente por la propia institución; es decir no es aún oficial.
Qué hacer
Sin pretender ser exhaustivo, lo anterior constituye un análisis de la situación actual en materia del uso de la cartografía en nuestro país, donde se da cuenta de la necesidad acelerada del empleo de una cartografía oficial actualizada y adoptar, con carácter de urgencia un “lenguaje” de referencia único que vaya más allá del ámbito institucional. De esta manera, el MINAGRI dispondrá de herramientas adecuadas para ejercer la rectoría en materia de saneamiento físico legal de los territorios comunales y se podrá constituir un catastro y mapa oficial georreferenciado de comunidades nativas y campesinas.
Para que la información espacial sea una herramienta útil en la toma de decisiones a escala local, regional y nacional, debe tener cuatro características básicas: hay que ORDENAR la información; ESTANDARIZAR, usar un sistema de referencia único; COMPARTIR, acceder a la información sin restricciones y contar con una información ACTUALIZADA.


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