Hernán Flores es el secretario general del sindicato de trabajadores del Hotel Monasterio, uno de los tantos hoteles pertenecientes a la empresa Perú Belmond Hotels S.A. de la cual Rafael López Aliaga es accionista mayoritario.
Desde el año pasado, el sindicato está enfrentado con la administración de la empresa del excandidato por una serie de abusos que se han cometido contra ellos.
Con un proceso de suspensión perfecta y una solicitud de cese colectivo que es rechazada por los trabajadores, la principal preocupación de la empresa parece ser librarse de sus responsabilidades.
¿Cuánto tiempo llevan los trabajadores del Hotel Monasterio en esta situación de suspensión perfecta de labores?
Va a ser casi un año, desde el 11 de mayo del año pasado. La solicitud presentada por la empresa ha sido para un grupo de casi 76 trabajadores dentro de los cuales somos 42 quienes formamos parte del sindicato.
¿Qué es lo que plantean como trabajadores sindicalizados y qué tan factible es para la empresa cumplir con estas exigencias?
Nosotros hemos solicitado a la empresa que se nos de la oportunidad de volver a trabajar, con jornada reducida y con remuneración reducida. Esta es una medida que, de hecho, el mismo grupo Belmont, que es Perú Rail, también lo ha hecho. En esta empresa muchos trabajadores que han estado en suspensión perfecta de labores han visto suspendida esta orden y han regresado a trabajar con las jornadas reducidas y, por consiguiente, la remuneración reducida. Lo importante es que se salvaguarda el trabajo de las personas. Pero en el caso del Hotel Monasterio y de Machu Picchu Sanctuary Lodge, los trabajadores no tienen esta oportunidad de llevar un sol a sus casas desde hace un año.
¿Ustedes en algún otro momento han sentido que la empresa los ha hostigado?
Desde la creación del sindicato en 2012 nosotros hemos venido sufriendo actos de hostigamiento, discriminación y de maltrato por parte de la empresa; empezamos aproximadamente 60 personas y por presiones de la misma empresa llegamos a tener, en algún momento, solo 19 trabajadores sindicalizados, momento en el que la empresa inició un proceso de disolución del sindicato y que aún está en proceso. Por motivos de la pandemia, el procedimiento de suspensión perfecta le ha caído como anillo al dedo a la empresa para finalmente acabar con el sindicato.
Han existido varias denuncias a lo largo del tiempo en que la empresa ha sido incluso sancionada con multas desde la dirección de trabajo por trato discriminatorio y política antisindical. En la denuncia que hemos presentado ante la Sunafil están detallados cada uno de los casos en los que el Hotel Monasterio y Perú Belmond Hotels ha tenido que pagar a los trabajadores del sindicato para que se desestimen los procesos judiciales a los que se enfrentaban porque sabían claramente que los iban a perder, y por ello han ofrecido dinero a estos trabajadores para que renuncien.
La empresa Perú Belmond Hotels S.A., de la cual Rafael López Aliaga es accionista mayoritario, ha accedido a un crédito de Reactiva Perú por 10 millones de soles, ¿les han informado sobre lo que han hecho con ese dinero?
Antes de acceder a estos 10 millones, la empresa inició una política de invitaciones de mutuo disenso con todos los trabajadores de Perú Belmond. En ese momento, y ante el catastrófico panorama que se nos mostraba, muchos de los trabajadores decidieron renunciar por la necesidad del dinero que les ofrecían, que correspondía a un monto similar al total de 12 remuneraciones como máximo. Esto demuestra que ya para ese entonces la planilla de la empresa fue considerablemente reducida.
Una vez que este proceso de suspensión perfecta y cese de labores inició, entre junio y julio del año pasado, nosotros consultamos quiénes habían accedido a este proceso y la empresa se negó a darnos esta información. Sin embargo, dentro del cuadro de caja que ellos nos mostraron, indican que estos 10 millones de soles a los que accedieron de Reactiva fueron usados precisamente para el pago de estos mutuos disensos.
En la última reunión que tuvimos con los representantes pedimos nuevamente que nos permitan regresar a trabajar, pero nos dijeron que no se podía, que para eso no había plata; sin embargo, para comprar la renuncia de los trabajadores si hay.
¿López Aliaga ha tenido alguna reunión con ustedes sobre este problema?
No, el nunca da la cara. Con decirte que yo recién lo conocí el año pasado, cuando llegó acá con Alfredo Barnechea, imagino que preparando el tema de su candidatura. Por su parte nunca existió un interés de atender nuestras exigencias.
Nuestras conversaciones siempre han sido con los directivos de la empresa y ellos siempre han tenido esa intención concreta de desaparecer el sindicato y a sus trabajadores.
No les importa nuestra situación, al extremo que, de toda la negociación colectiva que hemos estado realizando con ellos, solo se ha aprobado el fondo mortuorio. Esto significa que o nosotros o nuestros familiares debemos estar muertos, para que la empresa pueda atendernos con algo.
Nos han dado a entender que se quieren deshacer de nosotros para que la empresa pueda empezar de cero, sin sindicatos, sin trabajadores antiguos y solamente con gente que esté dispuesta a aceptarles todo lo que ellos quieren.
¿Eso significa que no les han asegurado que van a regresar a trabajar cuando acabe la pandemia?
Pues no, es más, aparte de la suspensión perfecta, a nosotros nos han iniciado un proceso de cese colectivo, del cual no tenemos más información porque la empresa no nos ha dicho nada. Esto significa que, si la situación sigue difícil y el Ministerio de Trabajo le aprueba la solicitud de cese colectivo a la empresa, nosotros nos quedamos en la calle.
En cuanto a los procesos a los que se están afrontando, ¿cuántos son y como los están tratando como sindicato?
Todos los tramites que estamos haciendo se están realizando vía virtual, porque no hay otra forma. En el caso de la suspensión perfecta, la empresa, al tener alcance nacional, han presentado dos procesos de suspensión perfecta, uno en Cusco para los trabajadores de acá y otro en Lima para los trabajadores de Machu Picchu y de Lima.
¿Qué puede pasar más adelante?
Existen dos panoramas, el primero es perder el proceso y quedarnos en la calle, el otro es ganarlo y regresar a trabajar. Nosotros hemos optado por continuar esta lucha porque todos los afiliados al sindicato estamos dispuestos y queremos llegar hasta el final para regresar a trabajar.
Nosotros somos personas que hemos trabajado en el hotel durante 15 o 20 años, hemos entregado los mejores años de nuestra vida al servicio de Perú Belmond Hotels, somos testigos de cómo la empresa ha crecido durante 20 años y hemos formado parte de las certificaciones de calidad y servicio han ido catalogando a la empresa y solo con nuestro esfuerzo, todo para que ahora solo nos quieran sacar sin reparos.
¿Cómo se ha comportado el Ministerio de Trabajo ante esta situación?
La Dirección Nacional de Trabajo ha aceptado en segunda y última instancia la suspensión perfecta a la empresa Belmond, porque en primera instancia falló a nuestro favor, pero la empresa apeló y ahora, en esta última instancia, se ha aprobado la suspensión perfecta.
De acuerdo a lo que nos ha dicho el director de esta dirección, nosotros no tenemos mucha esperanza en que el otro proceso sea declarado improcedente, y ahora estamos a la espera de la segunda decisión sobre el caso en Lima.
Si es así, y nos declaran la suspensión perfecta, el siguiente paso es iniciar el proceso por la vía judicial. Tenemos un plazo de dos meses para presentar la denuncia.
que buen articulo!