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Revista Ideele N°298. Junio-Julio 2021Una mirada internacional de la coyuntura poselectoral.
El 12 de abril, un día después de la primera vuelta electoral en el Perú, una de las preguntas que me rondaban era: ¿cómo se inscribe la coyuntura actual peruana en los fenómenos globales o regionales contemporáneos? Había dos opciones. La primera sería que el Perú sea parte del giro a la izquierda latinoamericano en la primera década del siglo XXI. Es decir, que el Perú se convertiría en un caso atrasado del socialismo del siglo XXI. Parte de la sociedad peruana, incluidos varios medios de comunicación, defendieron durante los últimos meses esta interpretación. Por ello, se decía que el Perú se iba a convertir en Venezuela o, en otros casos, se hacía referencia a Bolivia o Ecuador. El Ideario y Programa de Perú Libre, al declararse de izquierda socialista, era la base principal para esta interpretación. Esta posibilidad implicaba, más allá de las propuestas económicas, que el Perú se inscribiera en un fenómeno que terminó hace aproximadamente cinco años cuando se dio lo que se conoce como “el giro a la derecha” en la región.
La otra opción era que las elecciones, y varios procesos políticos y sociales expresados en ese contexto, estuvieran inscritas en lo que se conoce actualmente como el auge de la extrema derecha. Este auge no se asocia exclusivamente a la llegada al poder de gobiernos de extrema derecha, y hace referencia a un fenómeno más extenso que involucra el ascenso de líderes y partidos que se adhieren a esta tendencia política.
Pese a que en la academia se discute extensamente sobre las causas y las implicancias de este fenómeno, no necesariamente hay un concepto generalizado sobre lo que implica ser de extrema derecha. En la literatura, la extrema derecha se suele asociar a una añoranza por el pasado, a la lealtad a la tradición y el intento de amoldarla a las nuevas circunstancias (Gallego 2007, p. 11). Es por eso que diversos textos sobre la temática muestran una conexión entre esta fuerza política y un intento de regresión social, expresado en un ataque a las minorías, en racismo, xenofobia y antifeminismo (ver, por ejemplo, Reguera 2017).
Asimismo, en varias oportunidades se conecta la extrema derecha con el nacionalismo (Sanahuja 2019) o a la estimulación de una acción golpista de las Fuerzas Armadas (Rodríguez 2012) y al conservadurismo. En resumen, la extrema derecha sería un término que engloba a varios tipos de gobiernos y de fuerzas políticas, lo suficientemente amplio como para incluir a fenómenos distantes pero conectados por representar una regresión social, tender al autoritarismo y tener una agenda conservadora que cuestiona la igualdad entre seres humanos. ¿Lo que ha sucedió en el Perú calza en esta caracterización? Si consideramos el llamado a la intervención de las Fuerzas Armadas –tendencia al autoritarismo-, y el buscar invalidar los votos de parte de la población debido a su ubicación geográfica y a su nivel socioeconómico -cuestionamiento a la igualdad entre ciudadanos-, si podríamos estar viendo el auge de una extrema derecha peruana, que busca la regresión social. Esto no quiere decir que todos los votantes de Keiko Fujimori caigan en esta categoría, considerando, además, que actualmente dos de cada tres peruanos ya no la apoyan. Pero hay una parte de la sociedad peruana que, peligrosamente, muestra una tendencia hacia la extrema derecha.
Actualmente vivimos una ola de noticias falsas (o fake news) y de posverdad, en donde se tergiversa la realidad. Los hechos influirían menos en la opinión pública que las creencias personales y la emoción, ligado a la incapacidad de distinguir entre realidad y ficción debido a la diversidad de información en la web. Por eso, no es raro escuchar comentarios como “yo estoy convencida que Keiko Fujimori ganó las elecciones” (AmericaTV 2021), como sostuvo Lourdes Flores Nano, sin mostrar al mismo tiempo las pruebas de tan avezada acusación.
De hecho, existe una diferenciación entre la expresión de la extrema derecha en los países industrializados, considerados como Occidente –en donde este fenómeno se relaciona a la xenofobia y el nacionalismo- y la extrema derecha en los países más tradicionales. Natanson (2018), analizando a Brasil, menciona la generación de resistencia de los sectores tradicionales frente al ascenso de grupos subalternos. Esto también estaría ligado a un cambio hacia sociedades más igualitarias y a que, consecuentemente, las clases medias tradicionales pierdan su status. Estas nuevas sociedades pueden ser más igualitarias en el sentido de género y de identidad sexual y/o en relación a la diversidad social y a las minorías. Así, se cuestionarían los roles y los valores tradicionales.
Frente a este fenómeno, la extrema derecha se resistiría y cuestionaría las políticas de inclusión social (Sanahuja 2019). En ese escenario, los comentarios racistas y clasistas se harían presentes. Esto último, lamentablemente, es un fenómeno que se ha visto en el contexto electoral y poselectoral en el Perú. No solo el nivel socioeconómico A es en donde el apoyo a Keiko Fujimori, quien ha representado a las élites en estas elecciones, se mantiene en términos relativos, sino que igualmente se han manifestado comentarios abiertamente clasistas y racistas en las redes. La preocupación económica frente al futuro gobierno de Pedro Castillo es válida y legítima, pero el cuestionamiento de su forma de hablar, por los rasgos de las personas que lo apoyan, muestran más la falta de un compromiso con una sociedad de iguales de una parte de la sociedad peruana, que la idoneidad del mandatario para el cargo.
En este fenómeno, como sostiene Sanahuja (2019), los medios de comunicación, más polarizados, y las redes sociales, expresando emociones colectivas y mostrando información basada en la preferencia de cada usuario –generando la falsa sensación de que todos “piensan igual”-, juegan un papel trascendental. Es así que actualmente vivimos una ola de noticias falsas (o fake news) y de posverdad, en donde se tergiversa la realidad. Los hechos influirían menos en la opinión pública que las creencias personales y la emoción, ligado a la incapacidad de distinguir entre realidad y ficción debido a la diversidad de información en la web (Coughlan 2017). Por eso, no es raro escuchar comentarios como “yo estoy convencida que Keiko Fujimori ganó las elecciones” (AmericaTV 2021), como sostuvo Lourdes Flores Nano, sin mostrar al mismo tiempo las pruebas de tan avezada acusación.
En este sentido, también se puede inscribir la situación en el Perú a la crisis de la democracia – y del orden internacional- a nivel mundial. Como ya se ha mencionado en los párrafos anteriores, el fenómeno de la ultra derecha no es ajeno a nuestro país. La extrema derecha cuestiona los fundamentos democráticos y ha logrado, con la crítica al orden, la llegada de partidos políticos de esta corriente a varios parlamentos y al gobierno. En nuestro país, hemos visto este fenómeno con el ingreso de Renovación Popular al Congreso y la figura de Rafael López Aliaga, ¨millonario célibe, ligado al Opus Dei¨, reconocido a nivel internacional como de ultraderecha (Zárate, J. & Budasoff, E 2021). Igualmente, hemos visto el ataque y la deslegitimación de las instituciones democráticas en las últimas semanas, pese al apoyo internacional al proceso electoral de Estados Unidos y la Unión Europea. Esto no solo genera consecuencias inmediatas como la demora de la transición de gobierno y el monitoreo ciudadano del nuevo gobierno, sino también a largo plazo, como la desconfianza a la democracia, que abre incluso más las opciones para liderazgos autoritarios a futuro.
Nuestra responsabilidad ahora debe ser fortalecer las instituciones democráticas, las cuales han estado funcionando mejor de lo esperado. Esto se ve claramente en la elección de un profesor, campesino y sindicalista como presidente, que muestra que nuestro sistema de representación y el derecho a que todos podamos ser elegidos, está funcionando.
América TV. (2017). Lourdes Flores: Yo estoy convencida que Keiko Fujimori ganó las elecciones. 29.06.2021, de América TV Recuperado de https://www.americatv.com.pe/noticias/actualidad/lourdes-flores-yo-estoy-convencida-que-keiko-fujimori-ha-ganado-elecciones-n441609
Coughlan, S. (2017). Qué es la “posverdad”, el concepto que puso de moda el “estilo Trump” en Estados Unidos. 29.06.2021, de BBC Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38594515
Gallego, F. (2007). Democracia y extrema derecha en Francia e Italia . Barcelona: Debolsillo.
Natanson, J. (2018). Brasil: la nueva potencia de la derecha mutante. 29.06.2021, de Nueva Sociedad Recuperado de https://nuso.org/articulo/brasil-la-nueva-potencia-de-la-derecha-mutante/
Reguera, M. (2017). Alt Right: radiografía de la extrema derecha del futuro. 2021, junio 29, de CTXT Contexto y Acción Recuperado de https://ctxt.es/es/20170222/Politica/11228/Movimiento-Alt-Right-EEUU-Ultraderecha-Marcos-Reguera.htm
Rodríguez Jiménez, J. L. (2013). Historia de un fracaso y ¿de una refundación?: De la vieja a la nueva extrema derecha en España (1975-2012). Studia Historica. Historia Contemporánea, 30, 231-268. Recuperado de https://revistas.usal.es/index.php/0213-2087/article/view/9907
Sanahuja, J.A. (2019). Crisis de la globalización, el regionalismo y el orden liberal: el ascenso mundial del nacionalismo y la extrema derecha. Revista Uruguaya de Ciencia Política, 28, 59-94
Zárate, J. & Budasoff, E. (2021). La invención de un candidato de ultraderecha. El País, Recuperado de: https://elpais.com/internacional/2021-04-07/la-invencion-de-un-candidato-de-ultraderecha.html.
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