Memoria colectiva e identidad étnica en San Martín

(Foto: urkuperu.org)

Escrito por Revista Ideele N°240. Julio 2014

Cuando hace unos veinte años no era más que una compañía la que surcaba los cielos de la Amazonía peruana, un desavisado alcalde tarapotino agradeció a la aerolínea chilena que desbrozaba el firmamento amazónico, más o menos con estas palabras: “ señor piloto, en nombre de todo mi pueblo, le agradezco profundamente el haber desflorado nuestros cielos vírgenes con tremendo pajarón que se maneja; ahora sí, por fin, vendrá el progreso a nuestro pueblo selvático”. Muchos pensarán que se trata de una broma que se gasta para aderezar la sobremesa, pero es la pura verdad: hoy Tarapoto es una ciudad atosigada de baratijas, modernidad y pseudo-cosmopolitismo. La fuerte desintegración entre los diferentes estamentos de la sociedad en la selva, va de la mano con todo lo que trae el capitalismo de alta intensidad, enseñoreado en la selva peruana, a la que considera un vasto territorio lluvioso, socialmente vaciable.

El 2007, el aprista Alan García Pérez publicó en El Comercio, un artículo cínico y brutal, titulado “El Síndrome del Perro del Hortelano”, el cual se materializaría luego como la Ley del Perro del Hortelano o Ley de la Selva, la cual tuvo como corolario la masacre de indígenas y policías en Bagua, el 2009. Ese año, a consecuencia de las luchas indígenas contra la depredación forestal y la explotación petrolera, minera y energética en la Amazonía, surge la FEKIHD, Federación Kichwa Huallaga Dorado, organización que representa a pueblos quechuas de cinco provincias de San Martín: Picota, Bellavista, El Dorado, Huallaga y San Martín. Estas comunidades reclaman el derecho a una auténtica distribución de la riqueza, particularmente para aquellos ubicados dentro de los límites de la discriminación, reafirmando su identidad étnica desde la memoria colectiva.

El primer objetivo de la FEKIHD es concientizar al pueblo quechua amazónico de la necesidad de conocer su propio pasado, pues no sabe a dónde va, quien no sabe de dónde viene.O como dice el escritor Juan Goytizolo,“lo que existe meramente en función del presente está condenado a desaparecer con él.”

Snaider Cachique y Theodor Adorno
He mencionado un concepto polémico: Identidad étnica. ¿Qué significa identidad étnica? ¿por qué sería necesario rescatar la identidad étnica de los pueblos quechuas de la Amazonía y más aún, consolidar una identidad amazónica, serrana, costeña, cada una con sus respectivas variantes, pero integrantes todas de la identidad nacional al mismo nivel y sin subordinaciones de ningún tipo? La Amazonía aglutina al 11% de población peruana y cuenta con 66 pueblos diferentes, 14 de los cuales se consideran como no contactados con el mundo occidental. Históricamente, el sentimiento de superioridad social y cultural hacia los amazónicos no sólo ha sido compartido por las élites y clases medias urbanas –sobre todo limeñas-, sino incluso por las élites criollo-mestizas de la Amazonía y por los pueblos campesinos-indígenas de las zonas andinas.

El pueblo quechua de San Martín suma a la pérdida gradual del conocimiento de su historia, la aculturación feroz producida por los productos high-tech frente a la agresividad y pasotismo del propio Estado peruano. Una población manipulada por el círculo mercado-consumo, no puede lograr un desarrollo integral.

Entonces, ¿tiene alguna incidencia en la futura vida de los pueblos este nudo de fantasías y confusiones en el origen? Preguntamos esto en la medida que los vocablos, además de simbolizar hechos y representar acciones, tienen el rol de ordenar la razón y los sentimientos.

Para quienes creen en la identidad personal o en las identidades raciales o culturales, el nudo mencionado es de capital importancia, en la medida de que para ellos la raíz determina, en gran parte, el denominado espíritu del pueblo. El origen determina, de la misma forma, el denominado inconsciente colectivo, la conciencia del pueblo. Para los que afirman lo contrario, es decir, que las “identidades”, no son más que construcciones ideológicas, la vida sería mucho más llevadera.

Considerando que nuestros primeros antepasados, los primates, consecuencia del nomadismo, no fueron los primeros de ningún lugar, nadie en el planeta sería originario de ninguna parte. El defender esa idea tendría otras implicancias. Theodor Adorno (1903-1969), filósofo de la Escuela de Frankfurt, afirma al respecto: “La categoría de raíz, de origen, es ella misma una categoría de dominio, de confirmación del primero que se presenta porque era el primero que estaba allí; del autóctono frente al inmigrante, del sedentario frente al nómada”.

Volvamos a los pueblos de San Martín. Cuando uno recorre las calles y plazas de los cálidos pueblos amazónicos, ocurre algo curioso. Muchas de sus calles lucen los nombres de los llamados “conquistadores” españoles. Vaya como ejemplo, la escultura que preside la Plaza de Armas de Lamas. Apenas el visitante ingresa a Lamas observa una estatua: un soldado español ataviado a la antigua usanza (se trata de Martín de la Riva Herrera, Corregidor de Cajamarca y Chachapoyas) estrecha la mano de un indígena, presumiblemente de estirpe quechua. Huelga mencionar que la población indígena de Lamas, actualmente calculada en 50 mil personas, es resultado de las reducciones y masacres masivas durante la colonia y la república criolla. Esa misma población no se ha opuesto a la erección de la estatua del “conquistador” Martín de la Riva Herrera.

Las principales calles en las capitales de San Martín llevan los nombres de curas doctrineros o de mal llamados conquistadores. Incido en la necesidad de no aplicar este término a quienes fueron meros invasores y asaltantes. Conquistar presupone seducir. Conquista quien antes ha seducido. Y los invasores ibéricos no enamoraron a la tatarabuela india. La violaron. Nombres como Alonso de Alvarado, Jiménez Pimentel, Martín de la Riva o Martínez Compañón son mentados como si de ilustres sabios se tratase. Sin embargo, si se pregunta a cualquier tarapotino, si sabe quién fue Ojanasta o Majuana (caciques rebeldes de Tabalosos y Lamas), guarda un triste silencio. Más aún, en muchas partes de San Martín, tildarte de “lamisto”, equivale a decirte zonzo, idiota, feo, indígena.
Pierre Bourdieu, sociólogo francés, afirma que “lo típico de los dominadores es ser capaces de hacer que se reconozca como universal su manera de ser particular.” Cuando el nombrado, el calificado, acepta que el nombre y el adjetivo que le han endilgado constituye su esencia, lo adopta con la mayor naturalidad. Con esos dones inconscientes, el yo se relaciona con el nosotros. El primer círculo es la familia. Prosigue con la comunidad y finaliza con la Nación y el Continente.

Expuestas así las cosas, cabe preguntarnos: ¿cómo se comportará un niño quechua bautizado en rito católico como Snaider Jamilton Cachique, señalado por sus compañeros mestizos de colegio como el lamisto? ¿qué patologías desarrollará llegada la adolescencia, obligado a ocultar a sus abuelos, a no bailar sus propios bailes, ni hablar su propio idioma, amén de haber olvidado a sus dioses y sacralizar a cambio el celular y la televisión? ¿qué relación tiene todo esto con los altos niveles de alcoholismoy drogadicción en las comunidades quechuasdel Huallaga?

El pueblo quechua de San Martín suma a la pérdida gradual del conocimiento de su historia, la aculturación feroz producida por los productos high-tech frente a la agresividad y pasotismo del propio Estado peruano

Sentando jurisprudencia desde los pueblos quechuas de San Martín
Frente a este escenario de reprimarización de la economía no es casualidad que se potencien las luchas ancestrales por la tierra, de la mano de los movimientos indígenas y campesinos, al tiempo que surgen nuevas formas de movilización y participación ciudadana (movimientos socio-ambientales), centradas en la defensa de los recursos naturales y la biodiversidad. No es casual tampoco, que las luchas estén orientadas contra las imposiciones de reordenamiento económico y territorial, que implican tanto los TLC, como los abundantes proyectos de infraestructura previstos por el IIRSA (Iniciativa por la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana), llevados a cabo sin consulta alguna a las poblaciones afectadas. Uno de los ejes del IIRSA es el Amazónico, sobre el cual se proyecta la construcción de por lo menos 60 represas en áreas altamente sensibles ecológicamente, todas al servicio de proyectos mineros, petroleros y forestales.

En este contexto, la FEKIHD agrupa a diez mil pobladores de origen quechua de la selva norte del Perú y su estrategia de trabajo consigna seis puntos como lineamientos políticos principales: Conservación del territorio y recursos naturales; gestión productiva y seguridad alimentaria; gestión social, salud y nutrición; gestión educativa, tecnología e interculturalidad; fortalecimiento organizativo y justicia comunitaria y autodeterminación. En tres años de vida, la FEKIHD ha obtenido los siguientes logros:

1. Junio 2011, se interpone una acción popular contra el ex ministro de Energía y Minas aprista, Pedro Sánchez Gamarra, para exigir la nulidad del D.S. N° 023-2011-EM, atentatoria de los derechos colectivos de los pueblos originarios, al facilitar la explotación petrolera en sus territorios ancestrales. Dicho D.S. fue derogado el mismo año 2011.

2. Mayo 2012, el juez Santiago Moreno Pita, emite una sentencia histórica a favor de los pueblos quechuas, ordenando que se abran las compuertas de una represa hidroeléctrica que cortaba la migración estacional de cardúmenes de peces (mijano), garantía de la seguridad alimentaria de los pueblos de la cuenca del río Sisa, en Bellavista.

3. Julio 2013, la FEKIHD interpuso una acción de amparo contra la Municipalidad Provincial de El Dorado, por no aplicar la Consulta Previa e Informada al pueblo originario de Maray, para la extracción de materiales de acarreo dentro del territorio ancestral. El 5 de setiembre del mismo año, el Juez Mixto de El Dorado, Dr. Rubén Novoa Santillán, emitió un fallo favorable al P.O. de Maray, ordenando a la Municipalidad la implementación del proceso de consulta con respecto a los usos del territorio considerados en la demanda.

4. Paralelamente, la FEKIHD interpone una acción de cumplimiento contra la misma Municipalidad Provincial de El Dorado, la cual hasta el momento no cumple con formalizar el Plan de Acondicionamiento Territorial dentro de su jurisdicción, afectando los derechos de miles de pobladores de la provincia.

Adicionalmente, la FEKIHD ha realizado una serie de acciones de Habeas Data en el marco de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, por la inoperancia funcional de las instituciones representativas que gobiernan la región, entre las que se encuentra la Municipalidad Provincial del Huallaga y la Dirección Regional de Agricultura.
Al mismo tiempo, la FEKIHD inicia la recuperación de más de 42000 ha de territorios ancestrales y se plantea la recuperación de áreas tituladas colectivas y familiares, franjas marginales, cuerpos de agua y otras categorías.

Hoy por hoy hablar de política, etnia y clase social no sólo es mal visto, además resulta sospechoso. Esta censura, promovida por aquellos a quienes interesa que el estado de las cosas permanezca inmutable, se ha contagiado al campo de las ciencias, el arte, la producción cultural y las propias investigaciones de carácter social.

Trabajando con Daniel Vecco, Jorge Díaz, Javier, Becquer y Milton Tuanama, César Guerra, el geógrafo cubano Carlos Gonzáles, la bióloga italiana Marilena Marconi y los Apus de la FEKIHD, encontramos una constante en su decir y en su quehacer: no somos de aquellas personas que investigan para la ultratumba. El saber tiene, siempre, un sentido y un objetivo para la vida.

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