Problema de la Nación, República y Estado en el Perú

Escrito por Revista Ideele N°255. Noviembre 2015

Los estudios o investigaciones científico-sociales realizados sobre y en el Perú por científicos sociales peruanos y extranjeros arrojan los siguientes resultados:

Primero, que en el Perú, desde inicios de la llamada republica no se ha podido constituir históricamente en una nación unitaria teniendo en cuenta las diversas nacionalidades y etnias que existen. Se ha construido una entelequia que no tiene base empírica, referente sociocultural, étnico y político. Una noción abstracta, descontextualizada de la nación que no ha respetado ni tenido en cuenta la diversidad de naciones que tiene el Perú. Hubo intentos de crear una nación por los criollos ligados a los españoles. Luego vino la reacción y afirmación de los indigenistas en el campo de la literatura andina.

El Perú es un país pluricultural, pluriétnico, multilingüe que da lugar a diversas naciones o nacionalidades que no han sido integradas en una unidad nacional que diera lugar a la identidad nacional. Basadre habló y dejó como tarea la construcción de la unidad nacional teniendo en cuenta y respetando la diversidad que diera lugar a la construcción de nuestra identidad nacional.

La dependencia, la dominación española, inglesa y norteamericana y la interna en todos los campos impidieron la construcción de la nación peruana y su respectiva identidad articulando e integrando lo costeño, lo afroperuano, lo andino y lo amazónico, manifestándose en lo que el sociólogo peruano Aníbal Quijano llama el síndrome neocolonial. Esta situación defectiva también fue motivo de estudio del Amauta Mariátegui, la cual perdura hasta nuestros días y ha dado lugar a importantes estudios de historiadores peruanos como Carmen MC Evoy, Contreras y Cueto, llegando a la conclusión que el Perú no ha logrado construir una nación diversa ni unitaria, sino que es un país fragmentado, dividido, no articulado ni integrado y encima centralista porque el poder económico y político está concentrado en la capital de Lima debido a fuertes intereses económicos y políticos.

Los distintos gobiernos que se han sucedido desde 1824 hasta la hecha, con la excepción cortísima del gobierno de Velasco, no han intentado ni tenido la voluntad política de construir la nación peruana unitarian y diversa ni descentralizar el país. Esta situación defectiva ha conducido a que los diferentes gobiernos hayan sido centralistas, hayan concentrado el poder político en Lima gobernando mas conveniente para los dueños del poder económico centralizado en la capital y no para los demás departamentos, ahora mal llamados regiones. Como consecuencia se generó la división entre la ciudad y el campo y las consiguientes migraciones internas hacia Lima y las capitales departamentales, produciendo el despoblamiento del campo y la consiguiente pérdida de mano de obra para las actividades agrícolas y otras.

Además, desde Lima se vendió hacia las llamadas provincias la ideología del progreso urbano, la que influyó en el campo educativo, que se refleja en el debate entre el antropólogo peruano Rodrigo Montoya y el sociólogo Juan Ansión en el libro “La Escuela Campesina”.

Históricamente, no puedo dejar de mencionar los aportes de Clorinda Matos, Mercedes Cabello, Gonzales Prada, José de la Riva Agüero, Ricardo Palma, Arguedas. Alberto Flores Galindo y los Recientes historiadores Contreras y Carmen Mc Evoy.

Para terminar este punto debo mencionar los aportes de Carlos Iván Degregori en su trabajo: Perú: “Identidad, nación y diversidad cultural”. Partiendo del reconocimiento de la existencia de la diversidad cultural, geográfica, biogenética cultural, razas, lenguas, religiones, costumbres, tradiciones, analiza los diversos proyectos nacionales en relación a la diversidad cultural. Los pueblos indígenas, los nativos y los afroperuanos, a pesar de lo que sostuvo San Martin no obtuvieron o lograron ser reconocidos como ciudadanos peruanos. Sostiene Degregori que la nación peruana se construyó sobre bases muy frágiles. Esto se dio con lo que él llama los paradigmas oligárquicos excluyentes de y con el paradigma populista. Y sostiene la necesidad de construir una nación pluricultural. Degregori propone cuatro ejes en la construcción de un país pluricultural:

a. Pobreza e inequidad.
b. Descentralización, territorio y autonomía.
c. Fin de la discriminación cultural, el no reconocimiento y la exclusión.
d. Protección ecológica y tecnológica.
e. Educación bilingüe e intercultural. Acabar con la educación homogenizadora, aculturadora.
f. Ceguera al color y a las diferencias culturales en el mercado laboral.
g. Fin de la discriminación en los medios de comunicación.

Los distintos gobiernos que se han sucedido desde 1824 hasta la fecha, con la excepción cortísima del gobierno de Velasco, no han intentado ni tenido la voluntad política de construir la nación peruana unitaria y diversa ni descentralizar el país

Yo agregaría como requisito previo la construcción de un estado plurinacional, pluricultural y pluriétnico con derecho a la plena participación política en el poder político-jurídico, demanda que él la plantea también.

En segundo lugar, el tema anterior me conduce al problema del Estado. Acá se repite la misma situación que en el caso del problema de la nación. Estado y nación están estrechamente vinculados. En la medida que el concepto de nación está relacionado al concepto de sociedad, diré que lo que se llama hoy Estado no responde a la realidad diversa, pluricultural, plurietnica no incorporados al concepto de Estado. Si por tal se entiende la sociedad política y jurídicamente organizada, institucionalizada donde participan las diversas culturas, naciones y etnias en la distribución y usufructo y ejercicio legitimo del poder político en beneficio de todos los peruanos y no solamente en beneficio de criollos blancos, blanqueados por el dinero y los mestizos costeños de Lima principalmente, es decir, de la clase dominante de capitalistas que no son partidarios de incluir a los de abajo o clase dominada. Es por esta razón que les conviene la vigencia de la democracia representativa, delegativa y liberal clásica. No son partidarios de la llamada democracia participativa, directa y social-comunitaria.

Desde 1824 hasta la fecha no se ha logrado construir un tipo de Estado realista y plurinacional donde participen los andinos, afroperuanos y nativos amazónicos. Los dominados de abajo no pueden ejercer sus derechos individúales sociales, económicos e ideopoliticos como el trabajo, la salud, la vivienda, el agua y la educación porque no tienen acceso al poder político, jurídico y mediático. A los diferentes gobiernos como el actual no les interesa ni les conviene, como tampoco a los de la clase dominante, aunque no dirigente, cumplir con el derecho a la educación obligatoria y gratuita del y para el pueblo dominado, tal como establece la Constitución.

Entonces llegamos a la conclusión de que el llamado Estado democrático es una farsa porque no representa al pueblo dominado ni le permite tener acceso al ejercicio del poder político y jurídico.

Mucho menos a los nativos de la amazonia, a los andinos de la sierra y a los afroperuanos a pesar que contribuyen y hacen grandes aportes en muchos tipos de actividades desde las ecológicas, económicas, sociales, culturales y artísticas en beneficio de todos los peruanos.

Por último, voy a tratar el problema de la repùblica. Antes que nada es bueno recordar que el término republica viene del latín res publica, cosa pública: La republica es una forma de organización del Estado para cumplir con la cosa pública, lo que es común. El Perú adoptó el régimen republicano de corte presidencialista donde gobierna un presidente, con división de poderes ejecutivo, legislativo y judicial. El presidente y los congresistas son elegidos de manera indirecta, por el voto de los ciudadanos. Hay distintos tipos de republicas, como se sabe, la federal como la de México, Argentina y la republica Centralista donde la acción gubernamental emana y se conduce desde el núcleo del poder central generalmente ubicado en la capital de los países, como el caso del Perú. Las autoridades, distintas al presidente, se encuentran supeditadas y subordinadas al poder central política y administrativamente.

La pregunta de fondo es: ¿Hay republica en el Perú? La respuesta histórica la encontramos en el libro de la historiadora Carmen Mc Evoy titulado “Utopía Republicana: ideales y realidades en la formación de la cultura política peruana (1871-1919)”. En primer lugar se fracasó al querer implantar el régimen republicano al no poder concretizar las doctrinas políticas en la realidad debido al carácter patrimonialista del modelo político aplicado por su carácter excluyente y elitista por no incluir a la mayoría de la sociedad y, por lo tanto, pierde el respaldo de esta. Destaca que nunca hubo hasta ese entonces un proyecto integrador de la sociedad civil. El gobierno de Pardo trata de hacerlo, a su manera, haciendo una integración del Estado, la sociedad civil y el empresariado burgués.

Pero este proyecto fue ejecutado por militares y no por partidos políticos o instituciones sociales. Desde Pardo hasta la fecha no se ha intentado ni logrado la integración del país debido a factores que ya los mencionamos. Sigue el centralismo sin integración, la división sociopolítica, la exclusión, la discriminación, el autoritarismo. Se acentúa mas y mas la fragmentación del país por el centralismo debido a intereses económicos y políticos de la clase dominante y la exclusión y la discriminación de las clases populares, los andinos cholificados, los nativos amazónicos llamados erróneamente “invisibles”, y los afroperuanos. Debido al centralismo los gobiernos han gobernado solamente para los de arriba sea en la republica aristocrática, en la republica oligárquica, etc.

Es otra tarea inconclusa, no cumplida. Por eso continúan los históricos problemas estudiados y denunciados por el Amauta Mariátegui y otros intelectuales peruanos ya mencionados.

La aplicación del modelo económico neoliberal ha llevado a ampliar y agudizar las fragmentaciones, las exclusiones multidimensionales en todos los campos desde lo ecológico, ambiental, económico. social, cultural, étnico, educativo, mediático e ideopolitico. Lo que hace falta es un proyecto nacional de desarrollo integral con visión de país que logre integrar a todas las partes, aspectos y elementos del país divididos y no integrados. Hay que forjar una nación unitaria que respete e integre la diversidad, un Estado plurinacional y pluriétnico y multilingüe. Un tipo de estado social, comunitario participatorio que abra las puertas y las integre a todas las comunidades del país organizadas políticamente en una asamblea popular que reemplace al viejo y caduco congreso o parlamento que no representa a nadie, más que a sus propios intereses y a los intereses de los ricos. Solo así la republica popular será una realidad y no una ilusión utópica.

Sobre el autor o autora

Juan Rivera Palomino
Filósofo y educador

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