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Revista Ideele N°258. Marzo 2016Hace unos días el candidato y expresidente Alan García Pérez en un programa político negó la existencia del comando Rodrigo Franco al señalar que era una leyenda urbana, pero luego dijo que el comando- según su hipótesis- “fue creado por otras instituciones para vengarse de Sendero Luminoso”1. ¿Existió o no el autodenominado comando Rodrigo Franco?
García ejerció como presidente de la República y cabeza de la lucha antisubversiva entre 1985 y 1990, y desde los años 1986 y 1987 los principales voceros del gobierno hablaban de la conformación de grupos de jóvenes apristas que hicieran frente a la subversión.
La existencia del Comando Rodrigo Franco es innegable, lo reconoce el propio Agustín Mantilla en una entrevista en donde señala que dicho comando fue conformado por un grupo de personas que se autodenominaron Comando Rodrigo Franco y reivindicaron el asesinato del abogado Febres Flores, pero que solo se trató de un hecho aislado2.
El 28 de julio de 1988 el abogado Manuel Febres Flores, quien en ese momento asumía la defensa del líder senderista Osman Morote, fue secuestrado y asesinado. El abogado salió de su domicilio, en el distrito de Miraflores, y se dirigió al puesto de periódicos cercano a su vivienda. Eran las 8 de la mañana cuando “fue interceptado por cuatro sujetos que lo introdujeron a la fuerza en un automóvil de cuatro puertas y luego fugaron velozmente hacia el cono sur de Lima”3. Ese mismo día un taxista que circulaba por la playa la Herradura encontró en la entrada al túnel el cuerpo del Febres Flores quien había sido asesinado. Al día siguiente 29 de julio se difundió por diversos medios de prensa un comunicado por el cual se reivindicaba el homicidio, lo suscribía el “comando democrático Rodrigo Franco”.
A los pocos días, el 9 de agosto de 1988 Saúl Cantoral, principal dirigente de la Federación Nacional de trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos del Perú , fue secuestrado por sujetos armados que se identificaron como el comando Rodrigo Franco, lo golpearon y mantuvieron retenido por 8 horas amenazándolo a fin que desistiera de la huelga nacional que los trabajadores mineros mantenían y que él lideraba.
El 6 de febrero de 1989 dos personas que afirmaron pertenecer al comando Rodrigo Franco interceptan a Cantoral en el centro de Lima y lo amenazan de muerte, ya se había anunciado que la asamblea de la federación minera estaba por aprobar el inicio de una tercera huelga nacional. Estas amenazas fueron denunciadas públicamente por el propio Saúl Cantoral.
El 13 de febrero del año 89, Saúl Cantoral junto a lideresa Consuelo Garcia fueron secuestrados y asesinados en San Juan de Lurigancho.
Pocos días después, el 13 de agosto de 1988 los cuerpos de dos personas fueron hallados en playas de Cañete. Los cuerpos fueron enterrados como NN para posteriormente ser identificados como Miguel Pasache y Sócrates Porta, ambos estudiantes universitarios ligados al MRTA. En esos momentos el comandante FAP Hector Jerí se encontraba secuestrado por el MRTA. A la redacción de diversos medios de prensa llegó un comunicado del Comando democrático Rodrigo Franco en el cual reconocía la autoría de los homicidios de Pasache y Porta, y daban un plazo al MRTA a fin de que liberaran al general Jerí amenazando con ejecutar a los familiares de los dos miembros del MRTA ajusticiados.
¿Leyenda urbana? No, el comando Rodrigo Franco nació y opero durante el gobierno de Alan Garcia. Fue un grupo que secuestró, asesinó y reivindicó sus acciones con total impunidad. No fue un hecho aislado, como dijo Mantilla, ni una leyenda como dice García.
Los periodistas de investigación dieron las primeras pistas sobre sus integrantes, entre ellos el conocido como “Chito Ríos”. Jesus “Chito” Ríos Sáenz, militante aprista ha aceptado públicamente que es militante del APRA, y que fue convocado para formar parte de un grupo de inteligencia no oficial pero ligado a la dirección de inteligencia del ministerio del interior, donde Agustín Mantilla era viceministro.
Según Ríos Sáenz, los integrantes de este grupo eran personas que ”tenían llegada social” y que para esta labor debían contactar a un oficial de enlace a quien reportaban. Reconoce que le adiestraron en determinadas técnicas de manejo de radio y otros. Aunque niega haber formado parte de acciones violentas, no tiene explicación razonable para los hechos ocurridos en octubre de 1987 cuando resultó herido por el estallido de una bomba dentro de un automóvil Volkswagen cuando junto a otros militantes apristas merodeaban por el local del Diario de Marka. Si bien Ríos Sáenz se pudo recuperar de las heridas, Adolfo Usquiano y Richard Briceño fallecieron. Para los investigadores esto ya era el inicio de lo que al año siguiente se autodenomino Comando Rodrigo Franco.
¿Leyenda urbana? No, la existencia y acciones del Comando Rodrigo Franco no están en duda. Durante el primer gobierno de Garcia Perez, no se investigo la existencia y acciones de este grupo, por el contrario, se protegió a los sospechosos, se perdieron convenientemente documentos, protocolos y otras pruebas. Luego se ha conocido que este comando actuaba con el apoyo de los llamados grupos Delta de la policía nacional, integrantes de la Dirección Contra el Terrorismo, por ello direccionaban las investigaciones alejándolas de los responsables, como se hizo en el caso de Saúl Cantoral y Consuelo Garcia. En este hecho se atribuyó responsabilidad a Sendero Luminoso, incluso se detuvo y acusó a dos personas, luego se probó juridicialmente que el documento que los incriminaba había sido “sembrado” por la policía, pero nunca se investigo este aspecto.
El Comando existió, a pesar de todos los esfuerzos por negar su existencia y borrar las huellas dejadas, su existencia está ahí, en los hechos, en sus víctimas, en las pruebas acopiadas, en la memoria colectiva.
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