No a Keiko responde

(Foto: Erick Nazario Gil)

Escrito por Revista Ideele N°259. Abril 2016

La candidata Keiko Fujimori responsabilizó al colectivo No a Keiko de querer boicotear su campaña por ser cercanos a los Humala-Heredia. Señaló en varias conferencias de prensa y entrevistas que teníamos vínculos con la pareja presidencial, ofreciendo “pruebas” como fotos y videos que nunca entregó. Sin duda, Keiko Fujimori es una alumna aplicada de su padre y sabe muy bien cómo utilizar la técnica del “miente, miente, que algo queda”.

¿El colectivo No a Keiko, que cuenta con más de 320 mil seguidores en Facebook, es digitado por Nadine Heredia? ¿Tiene un presupuesto millonario para contratar expertos en social media y diseño?

No a Keiko se fundó en el 2009 con el objetivo de defender la democracia alcanzada luego de 10 años de dictadura fujimorista. Consideramos que la señora Keiko Fujimori es la representante de un modelo de gobierno dictatorial, que violó los derechos humanos y cometió graves actos de corrupción.

Nuestras actividades se centran básicamente en las redes sociales. La página Facebook y la cuenta en Twitter (@noakeiko2016) llegan semanalmente a más de cinco millones de personas, quienes ven nuestro contenido y logran un promedio de dos millones de interacciones con las publicaciones. ¿Cuál es el secreto de nuestro éxito?

Nuestro secreto radica en nuestras convicciones. No a Keiko es una causa por la que luchamos voluntariamente y con firmeza. Somos un grupo cohesionado y estamos convencidos de que debemos luchar sin parar porque el fujimorismo es una amenaza contra la democracia.

No hemos recibido financiamiento de ningún partido político, fundación u ONG. No a Keiko es un colectivo pobre en dinero, pero grande en mística. Nos financiamos con los aportes voluntarios que cada uno de nosotros hace, y en esta campaña no hemos gastado más de 1000 dólares en total. Eso es lo que no comprende el fujimorismo, que nos llama “primos de terroristas”. No comprenden cómo sin dinero ni clientelaje político hemos logrado llegar semanalmente a cinco millones de personas.

Esto lo hemos conseguido gracias a nuestra labor voluntaria y al poder multiplicador que tienen las redes sociales. Hoy en día hay más de cien comunidades No a Keiko en las redes, y cada una funciona de manera autónoma pero con el mismo fin.

En el 2011 optamos, al igual que muchos peruanos, por Ollanta Humala. Sin embargo, siempre dijimos que nuestro voto no sería un cheque en blanco y que desde el primer día de su gobierno seríamos los primeros en fiscalizarlo. Y así lo hemos hecho, como les consta a nuestros seguidores.

Incluso antes de iniciarse el gobierno de Ollanta Humala señalamos que la visita de Alexis Humala a las autoridades rusas era inapropiada. Fuimos uno de los primeros colectivos en exigir la renuncia de Chehade y la del gabinete Valdés, y en expresar nuestro rechazo a la ley de aportes obligatorios a las AFP.

De igual manera, salimos a las calles en contra de la “repartija” y en contra de la denominada “ley pulpín”. Y expresamos nuestra indignación cuando Daniel Urresti fue nombrado ministro del Interior pese a tener abierto un proceso penal por el asesinato del periodista Hugo Bustíos.

En las redes sociales circula una foto del 2011 que antiguos miembros del colectivo se tomaron con Ollanta Humala y su esposa. No a Keiko entrevistó a Humala para la segunda vuelta, y al finalizar los antiguos miembros del colectivo se tomaron unas fotos con quien sería el futuro presidente del Perú. Esa es la gran “prueba” que ofrece la señora Fujimori para demostrar que nos digitan desde Palacio.

El colectivo No a Keiko ha renovado a sus miembros y constantemente estamos incorporando a más personas, lo que nos permite tener una actividad frecuente en las redes sociales de manera ininterrumpida desde hace siete años. En nuestro colectivo hay personas de todas las tendencias políticas, que han votado por PPK, Barnechea, Mendoza y otros candidatos.

No hemos parado ni un solo día de combatir al fujimorismo, y lo seguiremos haciendo porque consideramos que sigue siendo un proyecto político dictatorial y vinculado a redes de corrupción.

En esta segunda vuelta hemos hecho un llamado a la unidad de los partidos políticos democráticos. Nuestra patria exige sacrificios y que los intereses partidarios se pongan detrás de los intereses nacionales. Es momento de hacer consensos y defender la democracia de la amenaza que significa que el fujimorismo pueda tener el control absoluto del Estado.

La experiencia ya la conocemos. Durante el gobierno fujimorista se presentaron 200 pedidos de investigación en el Congreso, y solo fueron aprobados 10. Cuando el fujimorismo se hizo del control absoluto del Congreso, se aprobaron las leyes de interpretación auténtica y de amnistía.

Vimos cómo los congresistas del fujimorismo llegaron incluso a bloquear investigaciones contra Vladimiro Montesinos, cuando recién se descubrían sus millonarias cuentas en el extranjero. Observamos cómo el Congreso fujimorista impidió que la señora Susana Higuchi postulara a la presidencia. Hemos sido testigos de cómo el mismo Congreso aprobó leyes de pérdida de la nacionalidad, como la que aplicaron contra Baruch Ivcher, y cómo destituyeron a los miembros del Tribunal Constitucional para perpetuarse en el poder.

Hoy Keiko Fujimori se presenta como un fujimorismo renovado; sin embargo, sus asesores y congresistas han calificado a sus opositores de “terroristas”, mostrando su verdadero rostro: perseguidores de sus opositores.

Keiko Fujimori es el fujimorismo de siempre. Ya no usan la prensa chicha, ahora usan un ejército de trolls en las redes sociales que llaman “proterrucos”, “comunistas” y “socialconfusos” a sus opositores. Ya no usarán leyes de amnistía para liberar a su creador Alberto Fujimori. Ahora anuncian su puesta en libertad por la puerta grande. ¿Ya olvidamos cómo el fujimorismo intervino el Poder Judicial y el Ministerio Público?

Keiko Fujimori anuncia que su gobierno dialogará permanentemente, mientras que el congresista Becerril declara que “el país no está para consensos con minorías”. Y Yeni Vilcatoma afirma que fiscalizará a todos, menos a los parientes prófugos de la señora Fujimori.

El Perú se juega en esta segunda vuelta su destino: avanzar hacia un futuro en democracia o retroceder entregándole el control absoluto del poder al fujimorismo. En nuestro colectivo tenemos claro que no queremos ver a nuestro país retroceder, y por eso en esta segunda vuelta volveremos a decir No a Keiko.

No hemos parado ni un solo día de combatir al fujimorismo, y lo seguiremos haciendo porque consideramos que sigue siendo un proyecto político dictatorial y vinculado a redes de corrupción.

Sobre el autor o autora

Gonzalo Córdova Mío
Bibliotecólogo y activista del colectivo No A Keiko.

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