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Revista Ideele N°281. Setiembre 2018La población desplazada forzosamente fuera de su país de origen debido a persecución, conflictos o violencia sigue aumentando en el mundo. El Perú, hasta el 2017, albergaba a 1 817. Los refugiados son definidos como personas que “debido a fundados temores de ser perseguidas por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentren fuera del país de su nacionalidad y no puedan o, a causa de dichos temores, no quieran acogerse a la protección de al país; o que, no quieran regresar a él”[1]. Asimismo, en el país existen más de 37 000 solicitantes de asilo[2] de distintas nacionalidades, cantidad que ha ido en aumento (en el 2015 eran solo 187 solicitantes), principalmente, debido al aumento de solicitudes de personas Venezuela. Nuestro país se ha convertido en el principal receptor de solicitantes de asilo venezolanos, de acuerdo a ACNUR.
La cantidad creciente de personas refugiadas y solicitantes de asilo en el país representa una serie de retos para el gobierno peruano, que parte de la evaluación de las solicitudes por parte de la Comisión Especial para los Refugiados (CEPR) y gestión de su documentación, lo cual ya presenta demoras y dificultades. Sin embargo, estos problemas no se limitan a la documentación. De acuerdo a un estudio realizado con 93 refugiados y solicitantes de asilo[3], esta población tiene diferentes obstáculos para acceder a oportunidades laborales, a condiciones laborales de acuerdo a ley y a servicios básicos. Asimismo, muchos de ellos(as) han sido discriminados en el país y presentan signos de estrés debido al proceso migratorio. Por lo tanto, los retos para lograr su integración son bastante complejos, tanto para el Estado como para otras organizaciones privadas o de sociedad civil involucradas en el tema.
Estos retos no deben ser ignorados por las universidades, las que también podrían generar importantes aportes, considerando que -de acuerdo a la ley universitaria[4]– tienen entre sus principales fines la formación de profesionales de alta calidad con responsabilidad social de acuerdo a las necesidades del país, el aporte a la inclusión social, la investigación, el servicio de la comunidad y la transmisión de diversas identidades culturales en el país. ¿En qué acciones concretas se puede traducir el aporte de la universidades en este problema? Aquí se proponen algunas ideas.
Un primer aporte tiene que ver con la formación de profesionales que sean sensibles a este nuevo contexto migratorio y los retos que implica. Esto se puede lograr incorporando el análisis de la migración y migración forzada en los procesos de formación, a través de cursos y seminarios, lo cual ayudaría a que los estudiantes puedan tener mayor conocimiento sobre el tema y puedan reflexionar sobre acciones que aporten a la integración de esta población desde sus disciplinas.
Un segundo aporte está centrado en la investigación, incentivando la realización de estudios de docentes y estudiantes sobre diferentes temáticas asociadas a la población de refugiados, como las rutas migratorias, sus condiciones de vida en diferentes partes del país, las relaciones con personas migrantes o peruanos, las dificultades y avances en los servicios a los que acceden, entre otros. La investigación generada desde diferentes disciplinas puede ser un aporte importante para el conocimiento acerca de los cambios, avances y dificultades asociadas al aumento de esta población en el país. Estos estudios pueden servir de base para el diseño de intervenciones que favorezcan su integración.
En tercer lugar, se pueden generar espacios de debate y reflexión con la presencia de docentes, estudiantes y profesionales de diferentes disciplinas, que busquen proponer acciones innovadoras para promover la integración de refugiados y solicitantes de asilo en el país. Esta reflexión podría servir para plantear soluciones distintas a las que ya se están planteando desde el Estado y organizaciones de sociedad civil, o proponer mejoras a las acciones existentes.
Asimismo, se pueden proponer acciones para la integración de esta población en las propias universidades, sea para informar o sensibilizar a la comunidad universitaria o para dar facilidades de trabajo o estudios a personas refugiadas o solicitantes de asilo. En el segundo punto, se debe considerar el aporte de la formación de muchos de ellos para la plana docente y administrativa de las universidades, ya que el estudio mencionado mostró que más del 40 % de los participantes tenían educación universitaria completa y el 14 % educación técnica completa.
Por último, como parte de los fines de integración social y transmisión de diferentes culturas, se pueden implementar proyectos gestionados directamente por las universidades. Por ejemplo, diseñar intervenciones de atención o de sensibilización, en las que se dé a conocer sus características y derechos, buscando disminuir la discriminación. De igual manera, promover una mayor apertura para su recibimiento y apoyo por parte de peruanos(as). También se puede aportar a las intervenciones ya existentes desde el Estado y la sociedad civil, a través de prácticas pre profesionales o voluntariado.
Algunas de estas acciones ya están siendo asumidas por algunas universidades que han iniciado investigaciones, debates e intervenciones específicas en el tema. Sin embargo, estos avances son pocos considerando complejidad de los retos que implica la integración de refugiados y solicitantes de asilo en el país. Se necesitan más universidades que se sumen a la formación de profesionales, la reflexión, la investigación y la intervención para asumir estos retos de manera conjunta.
(REVISTA IDEELE EDICIÓN N° 281, SETIEMBRE DEL 2018)
[1] Estado Parte de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de Refugiados y su Protocolo de 1967
[2] Aquellos que iniciado la solicitud para ser refugiados.
[3] Cabrerizo, P. y Villacieros, I. (2017). Refugiados en Lima. Características sociales, medios de vida y percepción sobre el estrés de refugiados y solicitantes de asilo en Lima-Perú. Lima: Universidad Antonio Ruiz de Montoya, ACNUR, Encuentros Servicio Jesuita de la Solidaridad. Recuperado de: https://www.uarm.edu.pe/FondoEditorial/humanidades/refugiados-en-lima#.W050T9hKjEY
[4] Ley Universitaria, Núm. 30220
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