Escrito por
Revista Ideele N°283. Diciembre 2018Franck Pérez es responsable de Relaciones Internacionales y dirigente de Izquierda Unida, partido de la Confluencia Unidos Podemos que lidera Pablo Iglesias y que se ha convertido en el sostén político del gobierno de Pedro Sánchez del PSOE en España.
En esta entrevista, desarrolla algunas ideas respecto a la inmigración, la xenofobia y el racismo, así como el resurgimiento de los partidos fascistas y de ultraderecha en América Latina y Europa.
Uno de los temas que preocupa en América Latina es la ola migratoria. Están los casos de los hondureños que quieren cruzar la frontera con EEUU y también el caso de la salida de venezolanos a países de la región. ¿Cómo aprecian ese proceso ustedes desde Europa?
Nosotros vemos el tema de la inmigración de dos maneras. Primero, como consecuencia de la pobreza en la que nos ha subsumido el sistema neoliberal y capitalista que divide el mundo en dos, en gente muy enriquecida, y en gente muy empobrecida. Entonces, ¿quiénes son los que emigran? Indudablemente población humilde, empobrecida, aquellos que quieren una vida mejor, quienes se encuentran en situaciones muy precarias, y a los que la vida no les da los mínimos derechos como son la vivienda, la comida, la educación y la sanidad.
Entonces, por un lado es la consecuencia del sistema capitalista o lo que algunos han denominado el sistema norte sur, países ricos ubicados en el norte de los continentes y países pobres en el sur como América, África y Asia. El Norte rico expolia los recursos naturales y empobrece al Sur, y en esa lógica, Europa asume todo el problema del mediterráneo, que es la emigración de los africanos pobres que pasan hambre y que ven en Europa la posibilidad de satisfacer sus necesidades y donde sus derechos a vivir con dignidad pueden ser garantizados.
Y esto también pasa en Estados Unidos. Trump gana las elecciones con un discurso antiinmigración, racista y xenófobo, porque también se produce la inmigración de América Central y del Sur hacía el Norte rico de América. Esto está pasando en todas partes y es un problema mundial que es consecuencia del propio sistema que genera grandes desigualdades sociales. Mientras esto persista, habrá emigración.
Y la marcha de los hondureños que quieren ingresar a territorio norteamericano, ¿cuál crees que será el desenlace?
El conflicto es también muy interesante, porque Trump podrá decir “Misa” y querrá creerse todopoderoso y decir que por su voluntad va a construirse un muro en México o realizar una política xenófoba y racista, pero en el fondo, los pobres van a seguir llegando. ¿Por qué? Porque la pobreza está ahí y nadie va a negarse a tener una vida digna, aunque esa emigración suponga riesgos o problemas.
Lo mismo pasa en el mediterráneo, los africanos van a seguir llegando. Mientras estén muriendo de hambre van a intentar cruzar el mediterráneo muchas veces y jugarse la vida en el intento de llegar a las costas de Italia, España o Grecia. Esto será así, a pesar de que la Unión Europea también mantiene políticas represivas como las de Trump. No se puede construir un muro en el mediterráneo, pero si se pueden colocar barcos militares, que es lo que quiere hacer Europa, o lo que llaman la política del frontex, o de control de fronteras. Mandar barcos para agarrar a esos indocumentados, ilegales supuestamente y devolverlos o deportarlos a sus países de origen es la actual política represiva de la Unión Europea.
Las estadísticas de marroquís que intentan ingresar a España cada vez más van en aumento.
Ahora mismo están tratando de ingresar de todas las formas posibles saltando las vallas fronterizas de Ceuta o Melilla. Cogen un barco y se montan decenas de muchachos a punto de naufragar y morirse todos ahogados. Casos ya se han dado.
Hace poco acaba de ocurrir que un grupo de cuatro muchachos se montaron en una lanchita a motor e intentaron cruzar el mediterráneo, y lo que ha ocurrido es que han desaparecido en el mar porque no tenían la gasolina suficiente. Este hecho es una tragedia absoluta, y va a afectar a ambos continentes y esto es porque no se puede poner barreras a la pobreza. La pobreza está ahí presente como consecuencia de un sistema económico criminal, desigual, injusto y explotador, y la gente va a luchar porque la situación actual no se mantenga. Me pregunto, ante esto ¿qué puede hacer Trump? Ponerse con una escopeta y disparar cuando vayan a cruzar la frontera? Simplemente no es posible hacer eso. Veremos cuando los miles de centroamericanos lleguen a la frontera de los EEUU.
Creo más bien, que los dirigentes europeos y norteamericanos tendrían que trabajar por darle solución a las causas de la pobreza para evitar la inmigración. Tienen que empezar a comprender que los pobres también tienen derechos humanos que deben garantizarse. Si fomentáramos la cooperación en América o África y estas naciones se desarrollaran y redujéramos la pobreza y la desigualdad social, habría un mundo menos injusto y la inmigración no se produciría.
También te decía que miramos el tema de la inmigración como un derecho humano que está siendo negado y criminalizado. Uno debería tener el derecho de moverse libremente por el mundo, de poder vivir donde le parezca porque eso es lo que reconoce la Declaración de Naciones Unidas de 1948.
¿Cuánto de la inmigración hondureña tiene que ver con las políticas intervencionistas de EEUU en la región?
La inmigración de Honduras es, por un lado, migración por motivos económicos, porque el país está en la pobreza como consecuencia de las políticas neoliberales de un presidente fraudulento como Juan Orlando Hernández, quien ha continuado con las políticas que se impusieran luego del golpe a Manuel Zelaya.
Zelaya fue un presidente que quiso hacer algunas reformas y políticas para las grandes mayorías y no para las élites. En ese sentido, quiso hacer importantes reformas como por ejemplo, retirar la base norteamericana de Palmerolas y convertirla en una base civil que sirva al aeropuerto de Tegucigalpa que ya está quedando chico, además de que la pista es corta y donde han ocurrido por ello, varios accidentes aeronáuticos. Zelaya quería usar esa base militar como base civil y cometió el error de plantear esto ante el presidente Bush. A partir de ahí, Bush toma nota y a quien retiran con un golpe de estado es a Zelaya. Esto es lo que ha pasado en Honduras. Los presidentes posteriores han sido fraudulentos.
Ahora, desde el lado político, Juan Orlando Hernández está reprimiendo las movilizaciones populares, dejando que las fuerzas de seguridad del Estado y paramilitares al servicio de su proyecto asesinen a cientos de líderes campesinos, periodistas y dirigentes sociales. El caso de Berta Cáceres es un caso emblemático, pero hay muchísimos más.
¿Cómo se ha abordado este tema desde la Unión Europea?
El caso de la inmigración en Europa es un tanto cínica. Por un lado, hay que diferenciar refugiados e inmigrantes. El derecho al refugio y al asilo político es también un derecho humano. Te pongo el ejemplo, en la guerra de Siria iban a venir un millón de refugiados a la Unión Europea, pero la Unión Europea tiene 500 millones de habitantes, me pregunto, ¿qué significaba que haya 1 millón de personas que llegaran de la guerra de Siria y que Europa sea solidaria con ellos? Esto era un hecho perfectamente factible y viable, porque no iban a dañar en absoluto las economías de los países ya que se iban a distribuir por país de forma equitativa y solidaria. Fíjate que a España le iban a corresponder 17 mil refugiados. Si a esos 17 mil refugiados los repartes por Comunidades Autonómicas, prácticamente representaban a mil personas por cada Comunidad. No hubiera creado ningún problema su llegada, pero Europa se vuelve loca y liderado por la Canciller de Alemania, Ángela Merkel, primero dice Si a los refugiados sirios y luego dice No, entonces, al decir No, intenta frenar el ascenso de grupos fascistas, neonazis de ultraderecha que han ido creciendo mucho al albur de este discurso antiinmigración con argumentos como “nos van a invadir” o “nos van a quitar el trabajo”. Y para frenar ese discurso, Ángela Merkel promueve erróneamente que no se reciban a esos refugiados políticos, con lo cual hay una clara violación del derecho de asilo muy grave por parte de la Unión Europea, que cada vez se está convirtiendo en un proyecto egoísta.
Es lamentable porque con esa actitud, Merkel provocó que ese discurso xenófobo fuera asimilado socialmente y en vez de frenar a los partidos de ultraderecha como el Partido Alternativa por Alemania, partido fascista, éstos sigan creciendo.
Ahora, el tema de los inmigrantes es más complejo, porque para que puedas ingresar a la Unión Europea tienes que tener un contrato de trabajo y un permiso de residencia, que no te lo dan si no tienes lo primero. Ahora, si quieres viajar a Europa como turista, entonces te exigen contar con una cantidad de dinero suficiente y el permiso que te dan es solo por 3 meses, que es el tiempo que te puedes quedar en suelo europeo. Claro, algunos se quedan y entran en la ilegalidad, pero eso ya es más complicado aún.
Triunfo de Bolsonaro en Brasil
¿Crees que el tema de la inmigración venezolana u hondureña en América Latina favorezca el surgimiento de partidos fascistas o de ultraderecha?
Creo que las oligarquías y las elites buscan alternativas al fracaso de las políticas neoliberales y a la indignación popular que estas han creado. El neoliberalismo ha fracasado, por ejemplo con Temer, que fue quien dio el golpe institucional a Dilma para echar al PT del poder.
Gobierna Temer que es de derechas, es neoliberal y favorece los intereses empresariales descaradamente y solo tiene 3% de popularidad. Entonces, las elites buscan líderes por la derecha, y cada vez más a la extrema derecha, para imponer políticas autoritarias contra los trabajadores. Es decir, Bolsonaro, que es un tipo racista, xenófobo y autoritario, va a imponer un régimen de criminalización de los movimientos sociales, de los trabajadores, sindicatos y va a perseguir a los indígenas, los negros y las feministas. Y no me cabe ninguna duda que en Brasil se desatara una tremenda represión.
Lo de Bolsonaro va a tener grandes repercusiones por lo que representa Brasil para la economía regional y mundial.
¿El discurso de Bolsonaro en Brasil puede expandirse por América Latina?
Creo que las élites de diferentes países pueden ver con mucha simpatía el surgimiento de estos nuevos espacios fascistas. Si esta es la única manera de frenar a los trabajadores, a los movimientos sociales y a los proyectos de izquierda, lo harán, que no quede ninguna duda.
¿Ves un giro a la derecha en de América Latina?
Veo un escenario en disputa. Aparentemente puede haber un giro a la derecha, en algunos casos, lo de Bolsonaro en Brasil es evidente, pero también hay que recordar que Haddad tiene una alta votación, un 45%, es decir, el país está dividido, en confrontación y muy polarizado. América Latina es una zona en disputa, una lucha todavía muy fuerte de las izquierdas por resistir y de las derechas por imponerse.
Deja el primer comentario sobre "Franck Pérez : “América Latina es una zona en disputa”"