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Revista Ideele N°222. Agosto 2012Además de aburrido, sin filo programático y nada autocrítico, el Mensaje Presidencial y, en él, el balance del año en temas ambientales ha sido puro floro y cero balas; o solo balas. En una entrevista para Otra Mirada, el ex ministro del Ambiente Ricardo Giesecke ha dicho sobre este tema que, “la verdad, estuvo muy enredado”. Y no le falta razón, ya que el Presidente dijo que había que “diseñar e implementar un nuevo enfoque en el relacionamiento de las actividades extractivas con el ambiente, el aprovechamiento de los recursos naturales, la gestión equilibrada del territorio y el uso racional de los recursos hídricos”; y que para lograr esta generalidad “es fundamental contar con una mejor normatividad que asegure la gobernabilidad ambiental, la modernización de los instrumentos de gestión, su adecuación a nuestra nueva realidad económica, social, cultural, y la fiscalización ambiental en todas las operaciones”.
No obstante, para las tribunas de adulones y la preocupación infundada de los capitostes ineptos del Ministerio de Economía y Finanzas, sus pilotos de bombardero (véase aquí ) y los dueños de Yanacocha & Cía. dijo lo siguiente: “Propongo al Congreso de la República un Proyecto de Reforma Constitucional a fin de reconocer en la Constitución el derecho fundamental al agua”.
Es decir, un refrito, ya que existen al menos dos proyectos de ley en el Congreso sobre este tema durmiendo el sueño de los justos, y es lo mismo que ya está en las Constituciones de Ecuador y Bolivia, dos países hermanos que, junto con defender en el papel sus fuentes de agua, arrasan con estas fuentes y la biodiversidad mediante la continuación del modelo extractivista-exportador de nuevo cuño. O seguir el modelo pero repartiendo los beneficios con “inclusión social”.
Puro floro en medio de una realidad en la que la Agenda Verde de 10 puntos que propuso y comenzó a impulsar la gestión de Salomón Lerner con base en la verdadera “Gran Transformación” y la “Hoja de Ruta” no ha sido cumplida en nada. Dicho sea de paso, en temas ambientales esta última no se contrapuso a aquélla. Lo que sí se contrapuso a ambos documentos son los 17 muertos, decenas de heridos, detenidos, estados de emergencia y criminalización de la protesta social por temas socioambientales que hemos sufrido en estos meses del Gabinete Castilla/Valdez y su pareja presidencial. Veamos el decálogo verde y qué se ha hecho al respecto:
- Completar el Minam: No se ha completado como ordenaba su ley de creación en lo que concierne al paso de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Servicio Forestal (SERFOR) del Ministerio de Agricultura al Minam, ni se ha creado el Sistema Nacional de Evaluación de Impactos Ambientales (SNEIA) y el Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental (SINEFA).
- Consulta previa: El Reglamento de la Ley aprobada por unanimidad en el Congreso en agosto del 2011 no ha sido aceptado por los pueblos indígenas y no se ha basado en el respeto al diálogo, la vinculación armónica y la resolución de problemas ‘al toque’ (véase el artículo de Margarita Benavides “Límites a la consulta previa en una economía extractivista”, en Perú Hoy: La gran continuidad. Lima: Desco, 2012).
- Descentralización ambiental: No se ha descentralizado el Minam creando las Autoridades Ambientales Regionales (ARA), y tampoco se han firmado nuevos convenios con estas autoridades.
- Ley Forestal inconsulta: No se ha iniciado el proceso de “correr el cerco boscoso” —de 20 a 72 millones de hectáreas—, y más bien está por aprobarse el Reglamento de la Ley Forestal y Fauna Silvestre, financiado por el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS), que seguirá con el arrasamiento de los bosques. Como dijo en su oportunidad Ricardo Giesecke: “La Ley Forestal se trata de una sopa con todos los ingredientes para un nuevo ‘Baguazo’”. Junto con ello, en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), el Perú ha tenido una posición medrosa y cómplice con la mafia maderera, asunto que fue denunciado en su momento por el Minam (septiembre del 2011) y luego por la Environmental Investigation Agency (EIA) en un informe titulado “La máquina lavadora” (véase aquí La posición del Perú en la reunión de la CITES en Ginebra, cómplice con la mafia maderera, fue promovida por el Ministerio de Comercio Exterior y avalada por el Ministerio de Agricultura.
- El agua al Minam: No se ha centralizado en el Minam la rectoría del recurso agua, como exige la Ley, con lo que sigue repartida entre los ministerios de Agricultura (riego), Salud (calidad), Vivienda (uso doméstico), Producción (uso industrial) y Defensa (recursos marítimos, IMARPE). Por otro lado, en las primeras semanas de la instalación del nuevo Gobierno logramos la derogatoria de la “Ley Corina” (29760, del 21 de julio del 2011, 7 días antes de la juramentación de Humala), que declaró de necesidad pública e interés nacional la ejecución del Proyecto de Trasvase del Río Marañón y el represamiento y derivación del Río Huallaga para fines hidroenergético y agrícola, hacia las pampas de Olmos. Nos opusimos a esta Ley porque no existía ni existe un enfoque ecosistémico para el manejo sostenible de los recursos hídricos y la conservación y aprovechamiento sostenible de la Amazonía teniendo en cuenta su variabilidad, complejidad, fragilidad y ubicación geoestratégica. Ahora se busca resucitar este despropósito. Este tema se repite en relación con el Proyecto Majes-Siguas II para el trasvase de la parte alta del río Apurímac de Espinar-Cusco hacia Caylloma-Arequipa.
- Rectoría de los EIA: No se han centralizado en el Minam los Estudios de Impacto Ambiental, que siguen repartidos entre 14 instituciones del Estado y los gobiernos regionales y los gobiernos locales. Tampoco se han revisado los actuales Límites Máximos Permisibles (LMP), adecuándolos a estándares internacionales. Es justamente el cuestionamiento de los EIA en Conga y Espinar, en Tía María y Cerro Verde, en Inambari y Quellaveco, en Camisea y Majes-Siguas, aprobados por funcionarios venales y alineados —cuando no comprados— por las empresas mineras y de construcción, el que ha provocado y provoca los actuales y varios conflictos socioambientales.
- Compartimentos estancos: No se ha continuado la lucha contra la feudalidad y los compartimentos estancos en el Minam, entre viceministerios, direcciones generales y organismos adscritos bajo principios de centralización de estrategias, coordinación de políticas y descentralización de acciones con evaluación periódica y rendición de cuentas.
- Combate a la minería informal/delincuencial: No se ha impulsado la estrategia de las dos carretas consistente en: (1) desarrollo socioproductivo incluyendo “oro verde” con empadronamiento y formalización de mineros y agroforestales; y, (2) control policial con presencia de organismos del Estado en sus tres niveles —central, regional y municipal— y el concurso de las organizaciones de base. Más bien se ha hecho concesiones a los “barones” de esta minería depredadora, bomba de tiempo que ha explotado en varias oportunidades con muertos y heridos en Madre de Dios, Puno, Andahuaylas y Ayacucho.
- Ordenamiento del territorio: No se ha discutido ni promulgado la Ley de Ordenamiento Territorial (OT), ni se ha continuado con los procesos participativos de Zonificación Ecológico-Económica (ZEE). El proyecto de ley de OT está paralizado en el Minam, y los varios proyectos que están en el Congreso son sometidos a las presiones de las mineras y petroleras, de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) y la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMP), así como presionados por la Embajada de los Estados Unidos a través de USAID y su Servicio Forestal (USFS) para que se apruebe una ley mediatizada y a gusto de sus intereses y no del de los pueblos indígenas y el país.
- Línea verde internacional: No se ha buscado y promovido sinergias entre las convenciones creadas en la Cumbre de la Tierra de Río 1992 —cambio climático, diversidad biológica y lucha contra la desertificación—, y se ha abdicado respecto a tener una posición crítica sobre la “economía verde” que discutieron las transnacionales en Rio+20.
En suma: la Pachamama (tierra, bosques y biodiversidad), la Yacumama (anaconda que cuida los ríos), la Cochamama (lagunas y bofedales) y la Jatuncochamama (el mar) seguirán molestas y agresivas con los seres humanos y sus culturas, en momentos en los que nos amenaza una Niña (frío) fuerte y un Niño(cálido) impredecibles por el cambio climático.
El Presiente no ha mencionado ninguno de estos fenómenos. Por lo tanto, peligran el “buen vivir”, el “buen beber”, el “buen comer”, el “buen dormir” y el “buen gobierno”. Lo único que interesa ahora es el “piloto automático” para garantizar las inversiones… Pero, eso sí, con “inclusión social”.
Esperamos que en temas ambientales el país deje de ser puro floro y nada de balas, como hasta ahora. No obstante, la ratificación del estado de emergencia en Cajamarca, en pleno proceso de “escuchas” y con la mediación de la Iglesia, apunta en el sentido de más balas y criminalización de la protesta social, de más obsecuencia con las empresas mineras, de más continuidad.
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