Controversias sobre Hildebrando Pérez Huarancca en el Informe de la CVR

Hildebrando Pérez Huarancca

Escrito por Revista Ideele N°222. Agosto 2012

La labor realizada por la CVR ha sido sumamente importante en el país y es lamentable que el Estado aún no le de la importancia debida. Sin embargo, en muchos aspectos , la CVR ha significado el punto de partida de la  discusión sobre la guerra interna  y no el punto final. No debemos asumir que sus párrafos están escritos sobre piedra. Publicamos este artículo, que forma parte de una investigación más extensa,  del especialista en literatura peruana  Mark R. Cox, acerca de quien fuera acusado de dirigir una de las peores masacres de nuestra historia reciente: Lucanamarca. El autor, quien es director del programa de Estudios Latinoamericanos en Presbyterian College en Carolina del Sur, cuestiona las aseveraciones de la CVR acerca de Perez Huarancca.

Hildebrando Pérez Huarancca publicó poca obra narrativa, pero ocupa un lugar distinguido en el canon literario peruano. Igual que Manuel Scorza, su obra tuvo una influencia fundamental en la narrativa peruana post-arguediana, a lo que hoy se llama la narrativa andina. A pesar de su impacto e importancia literaria, para muchas personas es más conocido por su vida fuera del ámbito literario. Sin embargo, buena parte de este conocimiento se basa en información errónea.

Al igual que muchas personas, me he preguntado cómo el escritor y profesor universitario Hildebrando Pérez Huarancca pudo convertirse en el cabecilla de la masacre de Lucanamarca. Sus amigos y familiares me han insistido que ese día no se encontraba en ese lugar y que no pudo ser capaz de cometer tal atrocidad. Sin embargo, como muchas personas, yo pensaba que las investigaciones habían probado su culpabilidad. Se cita con frecuencia estos dos párrafos en la página 38 y 39 del tomo VII del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación:

Con relación al responsable de ejecutar esta de¬cisión del PCP-SL, los testimonios obtenidos sindican directamente a Hildebrando Pérez Huarancca como responsable del ataque del 3 de abril de 1983. Los testigos entrevistados por la CVR identifican con este nombre al líder senderista y lo describen de la siguiente manera: “[…] estaba uniformado de militar, llevaba dos pistolas, blanquiñoso, mestizo, de ojos vivos, pelo lacio, de 1.70 m de estatura aproximada, nariz aguileña, voz resonante como de mando militar, agarrado, no era gordo, era un profesor”. 

Asimismo, estas mismas fuentes afirman que Hildebrando Pérez Huarancca fue la persona que organizó la masacre de Lucanamarca en las localidades de Totos y Espite,38 y que el día de la masacre fue reconocido a pesar de llevar pasamontañas: “[…] el que dirigía todo en general era Hildebrando Pérez Huarancca […] es de Vilcanchos, es profesor que anda por aquí, la gente conoce, es alto, flaco, mesti¬zo, estaba con pasamontañas”. 

Muchas personas citan estos dos párrafos y luego se preguntan cómo fue posible. Me di cuenta de un problema grave cuando miré en detalle las notas a pie 37 y 39. Hay una entrevista por la CVR y una por la COMISEDH, pero es con el mismo testigo. En vez de varios testigos, la acusación de la CVR se basa en el testimonio de una sola persona. La descripción en el primer párrafo de Pérez Huarancca como uniformado de militar no se refiere al día que ocurrió la masacre, sino meses antes. La cita en el segundo párrafo es del mismo testigo, pero en la entrevista él dice claramente que no estuvo en Lucanamarca el día de la masacre. La cita es lo que él había escuchado de otros. En un juicio contra un maestro acusado de pertenecer a Sendero Luminoso y de haber participado en la masacre, el único testimonio contra él es del mismo testigo y los jueces lo descartan. Es increíble que la CVR y el gobierno hayan acusado a Hildebrando Pérez Huarancca de encabezar la masacre basados solo en el testimonio de un hombre que ni se encontraba en Lucanamarca ese día.

Al hacer la investigación para este estudio, he encontrado errores, omisiones o pura especulación por parte de la CVR, los gobiernos, organizaciones de derechos humanos, militares, la prensa, críticos literarios, y en los documentos de Sendero Lumino¬so para el Megaproceso solo lo mencionan como uno de los acusados. Este estudio es un esfuerzo por analizar las acusaciones y rumores acerca de Hildebrando Pérez Huarancca. Sin duda, hay per¬sonas que conocen mayores detalles de su vida y su muerte, y espero que este libro sirva para con¬vencerlos de dar sus testimonios. No niego su afiliación al PCP-SL, pero sí creo que no hay pruebas contundentes de su participación en la masacre de Lucanamarca. Al publicar este libro espero 1) que el gobierno vuelva a investigar el caso y decida si hay evidencia o no, 2) que se proporcione la información a su familia de dónde está enterrado, 3) que los estudios sobre Hildebrando Pérez Huarancca dejen de difundir información errónea, 4) que los estudios acerca de ese período tan doloroso no se pierdan en rumores y falta de información, y 5) que se resuelvan los casos de los acusados tan pronto como sea posible.

Hildebrando Pérez Huarancca consiguió fama al publicar su libro de cuentos Los ilegítimos (1980) y recibir una recepción crítica favorable. Al ser arrestado en enero de 1982 bajo la acusación de pertenecer al PCP-SL, llegó a tener más notoriedad aun, la cual aumentó cuando fue uno de los prisioneros que escapó del CRAS2 el 2 de marzo de 1982. Además, terminó siendo acusado de encabezar la matanza en el distrito de Santiago de Lucanamarca el 3 de abril de 1983. Según la fuente, allí murieron de 67 a más de 100 personas.3 Ahora, se le conoce como escritor y líder de la masacre de Lucanamarca. Sin embargo, en el llamado Megaproceso solo los autores intelectuales fueron enjuiciados y en¬contrados culpables. Sin embargo, de las personas acusadas de participación directa en la matanza, un hombre fue absuelto, se retiró a una mujer de la lista de los acusados por confirmarse su muerte y ninguno de los otros acusados ha tenido un juicio.

En un juicio contra un maestro acusado de pertenecer a Sendero Luminoso y de haber participado en la masacre, el único testimonio contra él es del mismo testigo y los jueces lo descartan. Es increíble que la CVR y el gobierno hayan acusado a Hildebrando Pérez Huarancca de encabezar la masacre basados solo en el testimonio de un hombre que ni se encontraba en Lucanamarca ese día

Se afirma que la primera víctima en una guerra es la verdad. Al analizar diversos estudios, artículos e informes acerca de la guerra interna, es obvio que el caos de la guerra ha impedido que se llegue a la verdad completa y que haya muchos rumores sin fundamento. Propongo que no hay ninguna prueba de la participación de Hildebrando Pérez Huarancca en la masacre de Lucanamarca.

En una comunicación de correo electrónico del antropólogo Carlos Iván Degregori, en medio de su lucha con el cáncer, tuvo la gentileza de escribirme estas líneas el 16 de octubre del 2010: “Lo de Hildebrando Pérez fue siempre complicado, durante la CVR simplemente no hubo tiempo para llegar a descubrir el misterio. Tampoco lo hizo del todo Ricardo Uceda”.

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El informe La masacre de Lucanamarca (Ayacucho 1983) de la Comisión de la Verdad y Reconciliación contiene también otras aseveraciones acerca de Hildebrando Pérez Huarancca que carecen tanto de fundamento como de fuente mencionada o incluso rigor. Incluso acusan al propio Hildebrando Pérez Huarancca de haber encabezado la quema de ánforas en Chuschi: “Ha sido sindicado como jefe de la columna senderista que realizó el atentado en Chuschi el 17 de mayo de 1980”(46). No cita ninguna fuente para esta acusación ni explica cómo él pudiera haber liderado esa acción mientras se encontraba en China hasta octubre de 1980.

El mismo informe lo ubica en Madrid e incluso sostiene que desde 1992 vivía en París. Una tendencia por lo menos curiosa de la CVR es tomar una sola fuente o un solo testimonio y cambiarlo al plural. Por ejemplo, un artículo en la revista  propone que estuvo en Madrid, y la CVR convierte esta fuente en plural: “Algunas publicaciones afir-man que Hildebrando Pérez Huarancca fue visto en Madrid en 1986” (p. 46).13 No explica cómo un artículo en la revista Sí pasa a citarse como “algunas publicaciones”. Es más, la CVR sostiene que todavía vive y se encuentra en Europa.

Es probable que esta información haya venido de Executive Intelligence Review, una revista de la organización de Lyndon H. LaRouche, Jr., un norteamericano que encabeza un controvertido y polémico grupo de la periferia política estadounidense.  

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La vida de Hildebrando Pérez Huarancca fascina a muchas personas porque no se sabe si estaba involucrado en Sendero Luminoso antes de su arresto, por qué fugó de la cárcel de Huamanga, qué habría hecho después, y qué papel ejerció en el PCP-SL. Espero que este estudio sea un aporte para que las autoridades vuelvan a examinar el caso contra Hildebrando Pérez Huarancca. Si hay evidencia contra él, que se demuestre. Es mi esperanza ferviente que las personas que hayan conocido o que sepan algo de Hildebrando Pérez Huarancca se animen a contar los sucesos. Aun más importante es que la familia se entere dónde está enterrado para darle cristiana sepultura. Ya con el pasar del tiempo es posible tener un poco más de claridad de una época muy caótica y violenta y aclarar una historia que todavía se escribe.

La memoria y la reconciliación necesitan de la verdad. ¿Habrá verdad, memoria y reconciliación con Hildebrando Pérez Huarancca?

Nota:  Este texto forma parte del libro La Verdad Y la Memoria: Controversias en la Imagen de Hildebrando Pérez Huarancca, que puede encontrarse en Libros Peruanos.

Sobre el autor o autora

Mark R. Cox
Profesor de literatura latinoamericana y director del programa de estudios latinoamericanos en Presbyterian College en Estados Unidos. Encargado de la sección peruanista de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) en Estados Unidos. Autor de "El cuento peruano en los años de la violencia".

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