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Revista Ideele N°221. Julio 2012A inicios de mayo del año pasado me encontraba en la provincia de Chucuito, al sur de Puno. Eran los primeros días del llamado paro “antiminero”(1) – conocido entre la población puneña como el “aymarazo”- el cual duró 45 días y produjo lamentables pérdidas humanas y materiales que aún generan malestar y pena.
Como suele ocurrir, los medios de comunicación nacionales empezaron a dar cabida al tema luego de varios días de iniciadas las manifestaciones y cuando la tensión iba llegando a un punto crítico. Algunos periodistas limeños se animaron a plantear, sin mayores pruebas, que el objetivo principal era sabotear las elecciones presidenciales del 5 de junio de ese año. Asimismo se sugirió que el principal impulsor era el entonces candidato Ollanta Humala quien buscaba invalidar el proceso electoral.
No obstante, esto parecía ilógico en un proceso tan reñido y siendo Puno uno de los “bastiones” humalistas desde el 2006 (2), habiendo obtenido en la primera vuelta del 2011 el 62,70% de los votos. Como era de esperarse, una vez más, los hechos mostraron que las elucubraciones planteadas solo eran reflejo de la soberbia y desconexión que caracteriza a un sector de la prensa limeña.
En Puno se percibía la posible llegada de Humala a la presidencia como una oportunidad de cambio. Bastaba con sentarse a hablar unos minutos con las personas, ya sea en la ciudad o en el campo, para escuchar las esperanzas puestas en él. Después de todo era el único que planteaba reorientar el modelo de desarrollo, apoyar a las zonas rurales y reconocer a los mal llamados ciudadanos o ciudadanas de “segunda categoría”.
El discurso del “cambio” en una región donde la tasa de pobreza llega a un 60.8%, la extrema al 25.9% (3), que ocupa el quinto lugar en el listado de las regiones más pobres del país, donde alrededor del 50% de la población está relacionada al ámbito agropecuario(4) (sector que cuenta con un escaso apoyo desde hace décadas), y donde la implementación de programas sociales – mal focalizados y de corte asistencialista – no han servido para mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable, calaba perfectamente en los electores.
Así Humala lanzó mensajes relacionados a la necesidad de reducir los niveles de pobreza, de reestructurar los programas sociales e implementar nuevos tanto de primera generación (Pensión 65, Beca 18 y Cuna Más) como de segunda (orientados a mejorar la producción agropecuaria y la articulación de mercados locales), de un monitoreo exhaustivo a la actividad minera formal e informal y sobre la importancia de promulgar una ley de consulta previa, señalando que “los puneños deberían decidir si el proyecto de la hidroeléctrica de Inambari se realiza o no”.
De esta manera, luego de 23 días de paro, Walter Aduviri líder del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur (FDRNZS) anunciaba la decisión de dar una tregua para garantizar las elecciones (5), y en última instancia dar su apoyo a Ollanta Humala(6). Finalmente, luego de un proceso bastante polarizado salió elegido presidente de la república obteniendo el 77,89% de los votos válidos en la región y el 51.44 % en todo el país.
Los primeros meses de gobierno fueron vistos como prometedores pues efectivamente en un breve periodo se crearon los programas sociales que prometió (algo poco común en la política de nuestro país), creó el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y promulgó la Ley de Consulta Previa, el 6 de setiembre del 2011.
Días antes de la promulgación Humala hizo su primera visita oficial a Puno, al distrito de Umachiri en la provincia de Melgar, donde reafirmó su apuesta por promover la actividad agropecuaria, enfatizando la necesidad de construir infraestructura de riego y carreteras.

Como suele ocurrir, los medios de comunicación nacionales empezaron a dar cabida al tema luego de varios días de iniciadas las manifestaciones y cuando la tensión iba llegando a un punto crítico. Algunos periodistas limeños se animaron a plantear, sin mayores pruebas, que el objetivo principal era sabotear las elecciones presidenciales
Todo parecía estar en orden, hasta que comenzaron los primeros quiebres debido a la postura del gobierno con respecto al proyecto Conga en Cajamarca, el manejo del conflicto entre la minera Xstrata y la población de Espinar en Cusco y la dura represión en Celendín y Bambamarca que han generado duras críticas, descontento y decepción entre las diversas organizaciones sociales de Puno entre ellas el FDRNZS.
Por otro lado, la reglamentación de la Ley de Consulta Previa ha provocado mucha disconformidad en Puno. Esto se debe no solo por la manera cómo se convocaron a las organizaciones nacionales al proceso (y su poca representatividad en la región) sino por el carácter no vinculante de las decisiones y el centralismo ejercido por el viceministerio de Interculturalidad.
Las organizaciones que han mostrado mayor oposición han sido las Rondas Campesinas de Carabaya y el Frente de Defensa de los Intereses de Inambari, quienes han rechazado el reglamento y han planteado el cambio de artículos de la propia ley pues no la ven como beneficiosa. Asimismo han sido muy críticas frente a la ambigua postura del gobierno con respecto a la aprobación del Acuerdo Energético Perú-Brasil y en especial al proyecto de la hidroeléctrica de Inambari(7), el cual generaría grandes impactos socio ambientales.
Pero las críticas al gobierno no acaban ahí. También se han producido diversas movilizaciones en respuesta a las medidas de regulación y formalización de la actividad minera informal de gran peso en el norte de Puno. Este tema es bastante complejo pues para un gran sector de la población es una prioridad debido a la contaminación de las cuencas del Ramis y Suches e incluso existen organizaciones como el Comité de Lucha de la Cuenca Ramis que exigen al Estado que cumpla con sus compromisos, pero por otro lado quienes viven de dicha actividad, se sienten amenazados por las medidas del gobierno. Ambos grupos buscan salidas pero coinciden en criticar al gobierno por su accionar y por el poco diálogo.
Por último otro sector, que está teniendo una postura crítica con el gobierno últimamente es el magisterio, según el presidente del Frente de Defensa de los Docentes por Contrato y Nombramiento de Puno, Humala no ha cumplido con resolver los problemas del sector lo que ha dado pie a movilizaciones e incidentes violentos a inicios del mes de julio liderados por el Conare-Sutep y sectores del Movadef.
Como se puede apreciar las decisiones del gobierno han ido provocando una serie de tensiones que se han ido traduciendo en la disminución de su legitimidad inicial. Uno de los indicadores es el alejamiento del movimiento “Poder Democrático Regional” de Gana Perú, en junio de este año,(8) debido a que según manifestaron el gobierno está abandonando su propuesta inicial de la “Gran Transformación” y a la “Hoja de Ruta” y está haciendo uso de medidas represivas para el manejo de los conflictos.
Este alejamiento, sumado a las posiciones de los sectores antes mencionados, muestra a un gobierno sin apoyo mayoritario. Además el hecho de que el presidente aún no haya visitado la región este año pese a diversas invitaciones realizadas por las autoridades locales y población, como para la clausura de la FEGASUR (9) o el día del Campesino, ha generado que la incomodidad vaya en aumento debido a que es visto como un desplante luego del gran respaldo que le dio Puno.
Lo que se percibe actualmente es que si bien puede haber ciertos avances, referidos a algunos programas sociales , la brecha entre los ofrecimientos de campaña y los avances concretos en materia política y económica aún es grande. Las expectativas de los puneños y puneñas son bastante altas y sin duda existe una lista de ofrecimientos en espera de ser cumplidos. Asimismo se percibe que no existe una relación directa entre el apoyo contínuo y constante dado durante las dos campañas electorales y la poca prioridad dada a la región. Muchos incluso son bastante pesimistas con que se logren cumplir los ofrecimientos y han dejado de creer en el discurso de la “Gran transformación” y la idea ,de la tan esperada inclusión social, para creer que lo que ocurrirá será en realidad la “Gran continuación”.
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1 Pongo entre comillas esta palabra pues consideró por lo observado que si bien el tema de los impactos ambientales generados por las empresas mineras (formales e informales) fue uno de los motivos centrales, confluyeron una serie de descontentos, pedidos y demandas que trascendían esta categoría.
2 Según la ONPE en aquella oportunidad obtuvo 51,9% en la primera vuelta y 69,59% en la segunda de los votos.
3 Mapa de Pobreza Provincial y Distrital 2009, elaborado por el INEI.
4 Según la Dirección Regional Agraria de Puno (DRA).
5 Esto implicaba principalmente liberar la carretera panamericana sur y todas las vías tomadas para permitir que la población se dirija a sus centros de votación y asegurar el traslado del material electoral.
6 Este acto también traía abajo la idea difundida en ciertos sectores sobre el aparente sentimiento anti Estado puneño y sus anhelos separatistas; por el contrario, esto fue un símbolo del reconocimiento de la mayoría de los procesos democráticos y de la importancia asignada a ser partícipes a través de sus votos.
7 Cabe precisar que en el mensaje a la nación el pasado 28 de julio sostuvo que el gobierno dará propulsión a los proyectos hidroenergéticos, en todo el país, dentro los cuales está incluido el proyecto de la Hidroeléctrica de Inambari.
8 Luego de haber conformado una alianza electoral para las elecciones regionales y municipales del 2010 obteniendo el tercer lugar y el 13.27%.
9 Feria Ganadera Artesanal y Agroindustrial del Sur del Perú.
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