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Revista Ideele N°218. Abril 2012DSK. Tres letras, un hombre. Dominique Strauss Kahn, aquel ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) caído en desgracia en el 2011 cuando fue acusado de violación sexual. Luego de ser liberado de los cargos, volvió, a inicios de este año, al centro de la polémica. Esta vez, DSK ha sido inculpado de proxenetismo agravado en el llamado “Caso del Carlton”, un hotel de lujo en Lille, Francia, donde habría participado en parties fines organizadas por los cabecillas de una presunta red de prostitución.
A su lado —siempre y (casi) siempre en silencio— está Anne Sinclair, alias Madame DSK. Actual directora del Huffington Post francés, Sinclair fue periodista estrella de la principal cadena de televisión francesa durante la década de 1980 (se la conoció como la Larry King de Francia).
2002. Un departamento vacío de la capital francesa. La periodista: Tristane Banon, de 22 años. El entrevistado: DSK. Él le pidió que se tomaran de la mano porque, según explicó, lo que le iba a comentar era muy personal. De la mano se pasó a su brazo, y del brazo a su cuerpo. La periodista cuenta que se resistió. Y que DSK insistió. E insistió.
“Todo terminó de forma muy violenta, porque yo le repetí claramente que no, que no. Luchamos en el suelo, le di un par de bofetadas y hasta patadas, pero logró desabrochar mi sostén y trató de quitarme los pantalones”, relató Banon en un programa de televisión.
2008. DSK ofrece disculpas al personal del FMI por haber tenido relaciones sexuales “consentidas sin entusiasmo” con su subordinada, la economista húngara Piroska Naguy. Su esposa también disculpó la infidelidad (al menos públicamente): “[Sus aventuras] me enorgullecen”, dijo en una entrevista con L’Express. “Para un político es importante saber seducir”.
2011. Nafissatou Diallo, una mucama de origen guineana. Según denunció, DSK la forzó a tener sexo oral en la suite 2806 del lujoso hotel neoyorkino Sofitel, donde trabajaba. Luego de que surgieran dudas acerca de su credibilidad, un juez desestimó los cargos contra DSK. Pero no antes de que Madame DSK costeara su millonaria fianza, garantía bancaria y gastos de estancia en un apartamento custodiado 24 horas al día.
2012. DSK es inculpado por proxenetismo agravado. ¿Lo que anda de boca en boca por todo París? Los “incidentes” de sexo fou (loco), acoso, ajetreos berlusconianos y affaires extramaritales de DSK. El mismo hombre, las mismas letras. Pero un nuevo acrónimo: Detraqué Sexuel Kamikaze (Obsesivo Sexual Kamikaze).
Comienza a amanecer/oigo tus pasos al llegar/borracho otra vez/muñeco de trapo y papel
Tendré que simular/que estoy dormida y esperar/en la oscuridad/tus torpes caricias quizás
Me das un beso/y hay en tu aliento/alcohol y amor/quisiera gritar/quisiera correr y escapar/y veo que no soy capaz.

AGP. “Tengo que estar con alguien siempre.” Lo dijo AGP.
A inicios de los años 70, cuando residía en Francia, AGP se casó con Carla Buscaglia, con quien tuvo a su primera hija. Luego se divorció y contrajo matrimonio con la argentina Pilar Nores.
2006. Fue César Hildebrandt, en ese entonces columnista del diario La Primera, quien soltó la bomba. Reveló que AGP había tenido “[…] un hijo extramatrimonial llamado Federico Danton”, y que su madre era la socialité Roxanne Cuqui Cheesman, una mujer con quien, se rumoreaba, mantenía una relación desde los años 90.
En un sorpresivo anuncio presidencial televisado, AGP reconoció su paternidad, confirmando las versiones extraoficiales de quienes habían visto al niñito Fede, nacido en Miami, corretear entre los salones de Palacio. Ese día, flanqueado por Nores — quien se mantuvo de pie y evitó hablar con la prensa—, señaló que Federico fue el fruto de una relación con una mujer de “altas cualidades” durante una momentánea separación matrimonial entre abril del 2004 y octubre del 2005.
2009. Se imputó al periodista deportivo Phillip Butters el haber difundido un rumor según el cual AGP y la Cuqui esperaban un segundo hijo.
2010. En una entrevista con el diario Trome, AGP calificó su relación con su esposa como “lejana”.
2011. Nores señaló que intentó salvar su matrimonio en el 2006, pero que resultó imposible. “Para mí no fue difícil, lo fue para mis hijos. Fui criticada, pero tenía mis motivos.”
Comienza a amanecer/escucho tu respiración/y huelo en tu piel/perfume barato y burdel
Mañana me dirás/que te quedaste a trabajar/y yo fingiré/y yo fingiré una vez más.
¿POR QUÉ? ¿Por qué continúan junto a sus esposos? ¿Orgullo, sumisión, valentía? ¿Amor?
Según la psicóloga Anna Rivas, todas estas respuestas son válidas: “La infidelidad es uno de los motivos más frecuentes por el cual mujeres acuden a mi consultorio; es, incluso, un problema en alza. Un punto interesante es que la mayoría de mis pacientes ya sabían, por una u otra razón, que había ‘otra’. Pero no lo querían admitir, no lo querían ver. A veces, esta ceguera perdura durante meses, años. Hay muchas razones para ello: inseguridad, dependencia afectiva o sexual, o porque piensan que su pareja puede cambiar. Con tal que no deje de ser ‘la esposa’, ‘la elegida’, ‘la oficial’, son varias las mujeres que terminan perdonando infidelidades”, señala Rivas.
“Mujeres como Pilar Nores, Anne Sinclair y Hilary Clinton son inteligentes. Queda claro que han pensando muy bien en el ‘¿qué gano? y ¿qué pierdo?’ al dejar sus parejas. El matrimonio es mucho más que amor; es una suma de todo lo que se ha construido: una vida familiar, social, financiera. Y muchas mujeres no quieren —ni pueden— permitirse perderlo todo”, añade Rivas.
Es cierto. Nunca, nada, es tan sencillo como aparenta. Y el matrimonio —salvo que se trate de libros en los que los protagonistas se limitan a ser princesas y príncipes azules— es, siempre, más que amor. Hay, entretejidos, toda una complejidad de matices y escalas de grises. También hay hijos, cuentas bancarias, carreras y ambiciones políticas.
“El divorcio de una Primera Dama podría ocasionar la desestabilidad de un gobierno con poca base de credibilidad en el cuerpo social de un país, aunque fuera vista como una opción individual digna”, comenta la psicoterapeuta Graciela Burkli.
Pilar Nores fue aplaudida —por un importante sector de la población— por su “grandeza de espíritu”. Se la consideró, además, como ejemplo de la esposa ejemplar. La que perdona, se mide, es loable. La “víctima” en esta desagradable historia.
“No creo que haya algo bueno en la ‘victimización’, sea voluntaria o involuntaria. El perdón nos hace fuertes y dignos solo en la medida en que nos da la sabiduría y la voluntad para no permitir que reincidamos en la misma situación que nos convirtió en víctimas”, señala Burkli.
Como Nores, también fueron elogiadas Hilary Clinton, Anne Sinclair —es, ahora una de las figuras que pudiera dar el salto al Elíseo sin mayor dificultad— y Huma Abedin, cuyo esposo, Anthony Weiner (su apellido es, en inglés, un sinónimo coloquial de pene), fue congresista demócrata por Nueva York y admitió haber mantenido contactos inapropiados con seis mujeres antes y después de casarse. También aceptó haber enviado, después de disculparse públicamente con su esposa y votantes, fotos suyas donde mostraba una erección bajo la ropa interior, y otras más en las que aparecía sin camisa, con una toalla en la cintura y la mano derecha en sus genitales.
Sea cual fuere la decisión que tomen estas mujeres, les incumbe. Aunque sorprenda. Y aunque sus esposos las hayan humillado urbi et orbi. Pero, como es el caso DSK-Anne Sinclair, siempre habrá un paso entre el perdonar una infidelidad y perdonar un crimen. C’est tout.
Frances Crousillat

Su esposo, el periodista Nicolás Lúcar, fue grabado in fraganti besando a María Elena Llanos en el ascensor del Hotel Los Delfines. Las imágenes fueron grabadas por las cámaras de seguridad del establecimiento, ubicado en San Isidro.

Casada con Bill Clinton desde 1975. El único affaire que ha admitido (al menos públicamente) fue con Mónica Lewinsky, en 1998.
Silda Wall Spitzer

Abogada y esposa del ex gobernador de Nueva York Eliot Spitzer. Éste tuvo que dejar el cargo y pedir disculpas públicas —su esposa, quien no articuló palabra alguna, se encontraba a su lado durante la conferencia de prensa—, por su presunta vinculación a una red de prostitución de alto nivel.
Eliot Spitzer fue elegido gobernador en el 2006 tras prometer una reforma ética y una línea dura contra la prostitución en Nueva York.
Los Spitzer siguen juntos.
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