Prohibición de uso de celulares: otra rémora para el avance educativo y la lucha contra la discriminación

Escrito por Revista Ideele N°310. Julio-Agosto 2023.

Un texto sobre un tema interesante y polémico que debería generar un debate enriquecedor.

En otra de esas iniciativas volátiles, torpes e inaplicables, el Congreso acaba de proponer un proyecto de ley que prohíbe el uso de celulares durante el dictado de clases en instituciones públicas y privadas de educación básica escolar. Con ello, se discrimina a los escolares que no tienen acceso a computadoras con conexión a Internet en sus colegios, pero que mayoritariamente sí tienen celulares. Además, esta medida convierte a los profesores en policías de celulares. Las mayorías automáticas en el Congreso pueden aprobarlo, porque como se trata de educación, no es un asunto que les importe mucho, a juzgar por normas sobre el área anteriormente promulgadas. Cuesta mucho entender cómo un Congreso con tanta presencia de maestros puede aprobar tamaño disparate.

El proyecto de ley N.º 5532/2022-CR tiene como objetivo prohibir el uso de celulares o cualquier otro dispositivo similar durante el dictado de clases en instituciones educativas públicas y privadas. Señala que la finalidad del mismo es reducir la exposición excesiva de los estudiantes al internet, luchar contra el ciberbullying en los colegios, fomentar la mejora de la atención y rendimiento escolar, y reducir la incidencia de enfermedades mentales entre los estudiantes. Sin embargo, esta es una buena dosis de “wishful thinking”, porque todos esos conceptos tienen poco que ver con el uso de los celulares, que dicho sea de paso, se utilizan intensivamente fuera del horario escolar para acceder a Internet, participar en el ciberbullying y afectar la salud mental en diversas dimensiones. La ficción de que los celulares en clase son los responsables de problemas de rendimiento escolar oculta la realidad de que el rendimiento escolar estancado o decreciente en la escuela pública viene desde hace 40 años atrás, y que los alumnos, incluso sin celular en clase, se distraen porque las clases les resultan aburridas e irrelevantes, habida cuenta de que no tienen mayor conexión con las realidades del mundo del siglo XXI.

Siendo los celulares un elemento tecnológico de uso cotidiano y universal en todas las edades, en países como Finlandia, Noruega, Dinamarca, Suecia y Estonia, altamente desarrollados en el uso de tecnología para su vida cotidiana, no existe prohibición nacional alguna y dejan a criterio autónomo de cada centro educativo decidir a qué edad, cuándo y cómo usar el celular. Algo similar ocurre en países como Alemania (dependiendo del estado), Gran Bretaña y España. Lo usual es permitir o restringir su uso durante las clases dependiendo de la autorización del profesor. En cambio, países altamente centralizados como Francia e Italia lo tienen prohibido durante todo el horario escolar, exceptuando alumnos con necesidades educativas especiales que lo requieran. Estos dos no son precisamente los países que marcan la pauta de la vanguardia educativa mundial.

Resulta lamentable que la orientación a los supuestos peligros del uso de celulares en clase opaque todas sus opciones benéficas, que incluyen el acceso a una amplia gama de recursos educativos en línea, como aplicaciones educativas, enciclopedias digitales, diccionarios y bibliotecas virtuales. Además, los estudiantes pueden realizar investigaciones rápidas y acceder a información actualizada al instante. También pueden cultivar sus habilidades digitales, que incluyen la capacidad de buscar y evaluar información en línea, utilizar herramientas de comunicación digital y comprender los aspectos éticos y de seguridad relacionados con la tecnología. Además, los dispositivos móviles pueden utilizarse para actividades interactivas y colaborativas, como encuestas en tiempo real, juegos educativos y debates en línea. Estas actividades pueden hacer que el aprendizaje sea más atractivo y relevante para los estudiantes, lo que a su vez puede aumentar su participación y compromiso en el aula.

Por último, especialmente para la secundaria, si se supone que se está preparando a los estudiantes para el mundo real y para el entorno laboral, estos son contextos en los que usarán dispositivos electrónicos para acceder a información y comunicarse. ¿No debería empezar el entrenamiento de su buen uso durante su vida escolar?

Para buena parte de los beneficios se podría prescindir del uso de celulares en clase si es que los alumnos tuvieran laptops con buen acceso a Internet. Sin embargo, ¿es esa la realidad de la mayoría de los estudiantes peruanos? Al prohibir que usen los celulares, ¿no están poniendo en desventaja a quienes no tienen otra forma de acceso a Internet y el mundo digital?

En esencia, entonces, el problema no es el uso de celulares, sino el afán controlista, voluntarista y reglamentarista de los legisladores que parten de la no confianza en que los docentes de los colegios sabrán establecer cuándo sí y cuándo no se usan los celulares, dependiendo de la edad, la tarea o la actividad prevista. Y pensar que hay decenas de maestros entre los congresistas votantes a favor de este proyecto de ley discriminatorio…

Sobre el autor o autora

León Trahtemberg
• Autor de 16 libros sobre educación peruana. Conferencista, columnista semanal en medios escritos y radiales y consultor desde su origen del concurso “El Maestro que deja Huella (Interbank) y de la red Innova Schools (Colegios Peruanos). Reconocido por diversos medios como el principal líder de opinión en educación en el Perú. Copromotor y líder pedagógico del innovador Colegio Áleph de Lima-Perú desde el año 2012. Tiene cuatro doctorados honoris causa y las “Palmas Magisteriales” en grado de “Amauta” (la más alta condecoración que otorga el Ministerio de Educación del Perú, 2001) entre otras distinciones.

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