Octava carta a las izquierdas: las últimas trincheras
¿Quién podría imaginarse hace unos años que partidos y gobiernos considerados progresistas o de izquierda abandonaran la defensa de los más básicos derechos humanos, por ejemplo, el derecho a la vida, al trabajo, y a la libertad de expresión y de asociación, en nombre de los imperativos del “desarrollo”?