Mata pero hace obra
Tuiteo: “Mi hijo parece político: juega, caga y se la pasa todo el día prendido de la teta”. La broma, o el intento, sale de adentro, naturalmente, con una fuerza que yo mismo desconozco. Joder a un político es un pasatiempo universal y atemporal. Se hizo y se seguirá haciendo. 400 años antes de Cristo, Aristófanes ya se burlaba de los políticos.