¿Hacia una Policía de verde olivo?
Estamos convencidos de que se debe plantear esta interrogante como inicio del debate nacional que nos lleve a conclusiones certeras sobre el tipo de Policía que necesitamos en democracia y para la democracia y no apresurar decisiones que parecen extraídas de la concepción siempre “mesiánica” de tener unívocamente la solución y aplicarla sustentada en el poder, en el abuso de éste y en la creación de un clima artificial previo que procure las adhesiones de la población a promesas de mejoras en la seguridad, por más descabelladas que éstas fueran.