Ligero y farandulero
Para muchos filósofos y científicos sociales del mundo contemporáneo vivimos tiempos superficiales, ajenos a la reflexión, tanto así que si un joven piensa mucho lo consideran un “pavo”; es decir un tonto que pierde el tiempo en asuntos triviales. Para estos analistas de las sociedades actuales, el pasado se ha “achicado”.