La política y la justicia después de Alan García
El expresidente Alan García tomó con meses de anticipación la trágica determinación de matarse y como dijo en su última carta, dejar a su partido ese gesto de orgullo y a su familia la dignidad de sus decisiones. Quiso sacrificar su vida no para escapar a la justicia como hoy proclaman sus enemigos sino para impedir la indignidad de ser encarcelado sin pruebas como iba a suceder. Truncó los designios políticos de quienes lo consideraban un enemigo temible y un gran trofeo tras las rejas.