Artículos de Mariana Alegre

Una ciudad al servicio de los autos

La actual gestión edil ha decidido llevar adelante la reclamada reforma del transporte y hasta el momento ha implementado algunas medidas alentadoras. Pero más allá de las buenas ideas, creemos que ha llegado la hora de discutir.


Y después de las elecciones ¿qué?

A pocos meses de iniciarse los nuevos mandatos municipales, son varios los asuntos pendientes y a los que conviene prestar atención para tomar el camino hacia una ciudad sostenible, justa y democrática.


Un transporte con sentido

Lima requiere un sistema de transporte que le devuelva su dignidad. Y mientras más pronto ocurra, mejor. Es una buena señal que cada vez más personas -expertos y ciudadanos comunes- reclaman prácticas asociadas a la movilidad urbana sostenible y reconozcan que la persona debe estar en el centro de las políticas de transporte. Las voces se alzan en favor de medidas que protejan al peatón y se le brinde más espacio a los ciclistas.


¿Cómo pensar en la Lima del futuro sin un sistema de transporte eficiente?

El sueño de que Lima cuente con un adecuado sistema de transporte parece cada vez más lejano. Cuando ya veíamos que las obras de la línea dos del Metro de Lima avanzaban y que la reforma del Sistema Integrado de Transporte (alias Corredores Azules) sería continuada, una serie de sucesos volvieron a mostrarnos lo dura y desalmada que puede ser nuestra ciudad.


La ciudad que no quieren curar

Hay muchas películas que cuentan historias de complots universales en los que algunos avaros millonarios esconden, por ejemplo, la cura a una terrible enfermedad para no perder las ventas inmensas de las medicinas paliativas que ellos mismos producen. A veces, esas películas son inspiradas, lamentablemente, en hechos de la vida real. De cuando en cuando yo me pregunto si nuestra capital no es escenario de uno de esos complots o quizá seamos parte de una broma o somos los conejillos de indias en un experimento social para ver cómo sobrevivimos en una ciudad que parece que nadie quiere resolver.