El fin de los polos rojos
La voz del comandante Ollanta Humala retumbó fuerte con las palabras del poeta que murió joven acribillado a balazos por defender sus ideales, mientras se dirigía a la multitud de polos, camisas, chompas y ponchos rojos que cubrían el amplio espacio de la Cooperativa Huancayo, en el distrito de El Agustino, que era un terreno cercado sin construcción sobre el cual se habían levantado los estrados para celebrar los diez años de la llamada gesta de Locumba, el acto de iniciación política de los hermanos Humala y el comienzo del nuevo nacionalismo peruano.