La génesis de los conflictos
La movilización social de rechazo a los impactos de la inversión minera en Cajamarca, Apurímac y Áncash no es fruto de la acción de pequeños grupos políticos que manipulan la conciencia y la voluntad de los pueblos.
La movilización social de rechazo a los impactos de la inversión minera en Cajamarca, Apurímac y Áncash no es fruto de la acción de pequeños grupos políticos que manipulan la conciencia y la voluntad de los pueblos.
Los retos que enfrenta este gobierno no son pocos ni pequeños: Remontar 20 años de hegemonía neoliberal, de múltiples conservadurismos en varios planos de la vida social, de miedos sembrados por el terrorismo, la violencia política y sus correspondientes secuelas de control social por un lado y de fragmentación y criminalización de la movilización social por el otro.
Con esas palabras cargadas de indignación, Yolanda, mujer huancavelicana de 58 años, de largas trenzas negras y piel curtida por el sol, cuenta los momentos de terror que vivió en el campus de la Universidad de San Marcos en Lima aquel fatídico sábado de enero.
Desde una perspectiva histórica, en el proceso de reconocimiento y acercamiento entre el Estado y los pueblos indígenas, a pesar de algunas contramarchas, hay importantes avances que son fruto de las luchas persistentes de las organizaciones indígenas y sus aliados a nivel nacional e internacional.
¿Puede un funcionario o representante público instrumentalizar su condición y su investidura para promover su fe religiosa? Si lo hiciera dejaría de ser neutral frente a todas las confesiones y creencias, favoreciendo a algunas y discriminando a otras.