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La alicaída cumbre de Lima y su compromiso no vinculante

Después de que Trump anunció que no venía al Perú, debido a que iba atacar Siria, la Cumbre de Lima desapareció de las pantallas de televisión en los Estados Unidos y disminuyó notablemente en las pantallas latinoamericanas. A esto se sumó la no venida de Maduro bajo el pretexto de que si no venía Trump, no tenía importancia ir a Lima para tratar con los servidores de este.


La ciudad que no quieren curar

Hay muchas películas que cuentan historias de complots universales en los que algunos avaros millonarios esconden, por ejemplo, la cura a una terrible enfermedad para no perder las ventas inmensas de las medicinas paliativas que ellos mismos producen. A veces, esas películas son inspiradas, lamentablemente, en hechos de la vida real. De cuando en cuando yo me pregunto si nuestra capital no es escenario de uno de esos complots o quizá seamos parte de una broma o somos los conejillos de indias en un experimento social para ver cómo sobrevivimos en una ciudad que parece que nadie quiere resolver.


La culpa la tiene el otro

El expresidente de la República Pedro Pablo Kuczynski presentó el 21 de marzo su carta de renuncia, en la que responsabiliza de su decisión al clima de ingobernabilidad que fue causado por “la constante obstaculización y ataques” de los que ha sido víctima por parte de la mayoría del congreso. En respuesta a esta carta, el Congreso, mediante la resolución legislativa 008-2017-2018-CR, señaló en la aceptación de la renuncia que “Rechaza los hechos y calificativos que el señor Pedro Pablo Kuczynski Godard expresa en su carta de renuncia, puesto que no admite que la crisis política actual que lo ha conducido a renunciar es consecuencia de actos indebidos en los que el propio Presidente ha incurrido…”


La educación

Hace algún tiempo con un grupo de personas tratábamos de responder a la pregunta: ¿La educación debe enfocarse en satisfacer la demanda empresarial o en la realización de la persona? Muchos opinarán que la segunda opción es utópica, no nos lleva a ninguna parte y las personas necesitan conseguir trabajo y deben estudiar y formarse para conseguirlo. Es la visión pragmática que mira todo desde la perspectiva económica y olvida las otras dimensiones de la persona humana.


Más allá de la “pérdida de valores”

¿Cómo hablamos hoy de ética? Frente a los escándalos de abuso, violencia y corrupción que los medios explotan hasta el último detalle, a menudo respondemos lamentando la pérdida de valores que nos habrían protegido años atrás contra esa descomposición ética. Vale la pena considerar qué expectativa de convivencia social subyace a esa demanda de recuperación de valores debilitados y en qué medida puede ser compatible con una sociedad pluralista y democrática.



Rejas y muerte

La pena de muerte ha sido levantada por el sector más reaccionario de nuestra clase política, y que suceda no debería extrañarnos en lo más mínimo, la propuesta ya es un fantasma que resucita cada cuanto en nuestro país. En cambio, no deja de llamar la atención el discurso réplica del sector más afín a la defensa de los derechos humanos.


Un triunfo de la democracia

Hay muchas razones para sostener que la VIII cumbre de las Américas, realizada en Lima, entre los días 12 y 14 de abril ha sido un triunfo democrático. A diferencia de las anteriores, en las que el bloque de países del Alba tuvo una presencia determinante, esta vez los aires soplaban en dirección de fortalecer la Carta Democrática Interamericana de 2001, y así ha sido.


Una mitad menos mitad

Hoy, en el Perú, por cada mujer congresista hay 3 hombres. De 196 alcaldes provinciales, solo 6 son mujeres. Y, de 26 puestos de gobernador, solo 1 es ocupado por una mujer. En 1997 se aprobó la ley de cuotas para asegurar que las mujeres participen en política. Veinte años después, ¿ha cambiado el panorama? A juzgar por las cifras, poco. La igualdad pública, es decir la igualdad entre hombres y mujeres que están presentes en el espacio público, no existe.