Con ese amigo, para que quiero enemigos: Trump y el G7

- “Deshonesto y débil”
- “Traidor, débil y sumiso”
Estas acusaciones no son parte de una discusión en una novela, son las palabras usadas por Trump para referirse al primer ministro de uno de sus aliados históricos, Justin Trudeau. Canadá no solo es el primer socio económico estadounidense, sino también su primer socio militar, relación que se remonta a la Primera Guerra Mundial. Esta situación se agrava cuando se considera el contexto de la discusión: Trump, horas después de firmar el comunicado del G-7[1] que rechazaba el proteccionismo, ordenó que sus representantes no suscribieran el texto.
¿Por qué esto es relevante? ¿Qué nos dice del futuro del orden internacional? Este orden que surgió debido al fin de la Guerra Fría, y que se basaba en las alianzas que emergieron después de la Segunda Guerra Mundial entre Estados Unidos y otros países occidentales, está en un momento de incertidumbre debido al giro aislacionista de Trump.
El objetivo de este artículo es sustentar que el orden internacional (occidental) está en peligro si es que Trump continua llevando a Estados Unidos por el camino del unilateralismo. De esta manera, se abren nuevas posibilidades de alianzas en el mundo, y en consecuencia, de una nueva configuración en el orden internacional. Pero, ¿a qué me refiero con este término? En este texto se define a este orden como “los acuerdos de gobierno entre estados que hacen frente a las demandas de orden en áreas de máximo interés humano” (Sorensen, 2004, p.3). En esa línea, se consideran las bases del orden internacional propuestas por Bull. Este autor propuso que cada orden tiene objetivos básicos: respeto a los acuerdos, reconocimiento mutuo de la soberanía y la limitación de la violencia. Así, el orden internacional se basa en un sistema de normas y conlleva a que sus miembros tengan expectativas de los otros estados (Bull, 1977).
Con el fin del orden bipolar, el orden internacional se caracterizó por la relevancia mundial de los Estados Unidos, por el mantenimiento de la alianza entre países “occidentales” y porque la ideología liberal se expandió por el mundo, lo que se tradujo en una neoliberalización económica y una ola democratizadora global en los noventa. Es decir, los acuerdos para hacer frente a las demandas de orden se caracterizaron por la predominancia estadounidense, por el multilateralismo (entre ellos particularmente relevantes son los acuerdos entre los países más poderosos del mundo como el G7 o el Consejo de Seguridad de la ONU), y por la propagación del libre mercado y la democracia.
Sin embargo, actualmente observamos un cambio en la relación entre los tradicionales aliados estadounidenses a consecuencia de la actuación de Trump. En consecuencia, estamos viendo el cambio de una de las bases del orden internacional: la relación entre aliados occidentales. La nueva política estadounidense, que privilegia la actuación unilateral por encima de los acuerdos multilaterales, no apareció esta semana. Uno de los hitos más importantes de este accionar se vio cuando Trump dejó el Acuerdo de París contra el cambo climático, que fue firmada por 195 países. Así se mella uno de los objetivos básicos del orden internacional: el respeto a los acuerdos. Ello provoca que las expectativas que los aliados estadounidenses tienen de su política exterior ya no se cumplan.
Este cambio en la política exterior estadounidense no solo es resultado del accionar de Trump. Esto se debe a que la misma elección del presidente estadounidense actual es producto de diferentes transformaciones provocadas por la crisis financiera y fiscal en los países europeos y en Estados Unidos. Estas crisis han provocado una recesión en este último país y en países como Grecia y España; lo cual ha afectado su relevancia en el sistema internacional a consecuencia de la restructuración económica y la expansión económica de China. A ello se suma, el giro en política de seguridad debido a atentados como el de las torres gemelas, que estuvo seguido por la intervención militar estadounidense en el Medio Oriente. En un artículo de Roberto Fewell en Foreign Affairs Latinoamérica se discute que estos cambios están rebasando la capacidad de las instituciones y las estructuras para preservar la estabilidad del orden establecido. Es decir, no están respondiendo adecuadamente a las demandas de orden. Esta situación se agrava al considerar la elección de personajes populistas, como es el caso de Trump, quien en discurso y en la práctica está desgastando los espacios multilaterales.
De continuar por este camino, es de esperarse que se busquen nuevas normas que respondan a las demandas de orden en el sistema internacional y que, por ende, el orden que conocemos sufra transformaciones. En principio, lo peligroso es volver a un orden caracterizado por la confrontación de las potencias, ya que abre las posibilidades de guerra, desvirtuando así los otros dos objetivos básicos: el reconocimiento mutuo de la soberanía y la limitación de la violencia. Una perspectiva más optimista del escenario internacional sería el replanteamiento de ciertas normas vigentes, que conlleve a un mayor control de las empresas transnacionales y la economía financiera (que llevó a la crisis del 2008). Sin embargo, el futuro se ve más sombrío y el resultado final va a depender también del aprovechamiento de oportunidades de diversos actores internacionales. Con ello me refiero a que actores estatales, como grupos regionales o países emergentes, logren plantear una agenda propia (por ejemplo, en Latinoamérica); y que actores no estatales, como las organizaciones no gubernamentales y la opinión pública, aprovechen las oportunidades para que, mediante la organización, establezcan mecanismos de presión claves.
Referencias
Bull, H. (1995). The Anarchical Society. A Study of Order in World Politics. Londres: MacMillan.
Fewell, R. (2004). ¿Necesidad de un nuevo orden internacional? Recuperado el 15 de junio 2018, de http://revistafal.com/necesidad-de-un-nuevo-orden-internacional/
Sorensen, G. (2004). What kind of world order? The international system in the new millennium. Presentado en the Fifth Pan-European International Relations Conference, La Haya.
[1] Foro informal de países que reúne desde 1973 a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido (y en donde la Unión Europea tiene una representación política).