¿Podemos hablar de una “Primavera Latinoamericana”?

A otros enseñaron secretos que a ti no
A otros dieron de verdad
esa cosa llamada educación
Ellos pedían esfuerzo
ellos pedían dedicación
¿Y para qué? para terminar bailando
y pateando piedras
(El Baile de Los Que Sobran, Los Prisioneros)
El 4 de Octubre del 2019, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones de Chile anunció un alza en el pasaje del metro y los buses a aplicarse a partir del 6 de Octubre. La desaprobación se manifestó en convocatorias de escolares para evadir el pago de los pasajes en el metro como protesta, empezando con unos cientos a volverse miles de evasores/ras. A medida que el descontento aumentaba, más grupos de unían a las movilizaciones con demandas por el costo de vida y contra la corrupción de las autoridades.
Las confrontaciones con la policía, por sus tácticas represivas, generaron múltiples denuncias de uso desmedido de la fuerza y abuso sexual, desde tocamientos a violaciones; torturas, uso de químicos urticantes en las tanquetas rociadoras, etc. Hasta ahora se registran 25 muertos entre los manifestantes. Por otro lado, se denuncian saqueos y vandalismo por parte de los manifestantes; puestos en sospecha como “montajes” elaborados por los Carabineros. Las autoridades, principalmente, Sebastián Piñera, el presidente, y Andrés Chadwick, el ahora exministro del Interior, pasaron de desestimar las manifestaciones a condenarlas como actos delincuenciales profesionalmente coordinados; prometiendo más represión para contrarrestar.
Para el día que escribo esto[1], las manifestaciones continúan, atenuadas; han surgido facciones y se han creado “cabildos” barriales, donde se aglomeran tanto la ciudadanía de a pie, colectivos y algunos grupos partidarios. La llamada a una nueva constitución ha generado preguntas sobre el proceso mismo, si será a través de referéndum, mediante una asamblea constituyente con el congreso actual o alguna otra forma. El pedido de destitución de Piñera, tras la destitución de Chadwick, sigue en pie.
El llamado “Modelo Chileno” explotó, y es parte de una secuencia de manifestaciones en la región de diversa índole, aunque centradas en las desigualdades del modelo económico. Si funcionaba tan bien, ¿por qué devino en desastre? ¿Ocurrirá lo mismo en Perú?
Si bien, el crecimiento del PBI no ha sido exactamente lineal, se puede apreciar que el PBI per cápita ha sido de mayor volumen que los demás países en los que ocurrieron manifestaciones y el Perú.
Chile tiene una notoria reducción de la pobreza con este crecimiento (0,7% de su población vive con de $1.90 o menos al día, seguido solo por Ecuador, con 3,2%, para el 2017) e incluso el salario mínimo (en dólares) más alto de la región ($447 dólares, casi duplicando el salario mínimo peruano de $276).
Chile se encuentra en el puesto 16 en la lista de países del Índice de Libertad Económica y, como muchos de los países en los altos puestos, también tiene un Índice GINI[2] alto (46.6), uno de los más altos de la región (el Perú tiene, oficialmente, 36). Desde el 2016, se advertía que el costo de la canasta básica implicaba mayor porcentaje del salario; el año pasado, la Fundación Sol (2018) publica “Los Verdaderos Salarios de Chile”, donde, utilizando datos del Instituto Nacional de Estadística, descubre que la mitad de la población chilena no solo recibe el salario mínimo, o menos, sino que la remuneración mínima les dificulta estar por encima de la línea de la pobreza sosteniendo una familia de cuatro. No sorprende que, desde hace un tiempo, la población tuviera una percepción bastante negativa de la distribución del ingreso en el país.
En el ámbito político, la situación es peculiar. Al igual que los otros países de manifestaciones masivas, en Chile hay una marcada satisfacción con la democracia, así como un apoyo a las instituciones de la democracia, incluyendo a los partidos.
Fuente: Latinobarómetro. Informe 2018. Elaboración propia.
Los/las manifestantes también declaran no estar alineados dentro del espectro partidario. Desde la Transición a la Democracia, no se ha puesto mucho en discusión la herencia pinochetista de la constitución y modelo económico, a pesar de la intercalación entre la centro-izquierda y la centro-derecha; fue Ricardo Lagos, “socialista”, quien trajo los infames créditos universitarios[3]. Es más, inclusive propuestas “alternativas”, como Convergencia Social (reencarnación del Frente Amplio), terminan plegándose a esta dinámica, como la votación de Gabriel Boric a favor de la Ley Antisaqueos planteada por el partido de gobierno; aunque muchos políticos han sido acusados de ser familiares de antiguas figuras de gobiernos pasados. Hay una percepción compartida de endogamia política.
Cuatro ideas surgen de esta situación. La primera es sobre el futuro de las movilizaciones, que tienen dos limitaciones: La falta de organización y la falta de interlocutores. Por encima del entusiasmo que generan las movilizaciones lo cierto es que no hay una organización que permita: 1. Tener una agenda que cohesione las diversas demandas, 2. Plantee un análisis del vínculo entre las demandas y el contexto social, económico y político, 3. Establezca un horizonte definido de soluciones a corto, mediano y largo plazo, 4.Trace estrategias en base a tal horizonte y 5. Brinde coordinación que unifique y facilite las acciones colectivas. Sin ello, la aparición de diversas facciones; la inexistencia de acciones coherentes; la diversidad de demandas no satisfechas o el predominio de sectores minoritarios pero mejor organizados, es lo más probable que ocurra, sino la misma disolución de las movilizaciones. La falta de interlocutores se vincula con el punto 5, las movilizaciones, suponen también la posibilidad de negociación y presión dentro de las instituciones políticas. Con una derecha que se opone a las movilizaciones, y una izquierda absolutamente incompetente para acercarse, una élite política desacreditada; y en la inexistencia de representantes de los grupos movilizados, debido a la falta de organización, solo queda que ambos grupos “tanteen” el clima político, esperando acertar.
La segunda idea es sobre la participación de los/las jóvenes. Con las movilizaciones de la agrupación Secundaria Combativa en Lima, se ha especulado mucho sobre la posibilidad de cooptación por parte de otros grupos. Sorprendería la posibilidad de que los/las jóvenes tengan consciencia de su realidad tiene una relación muy fuerte con el sentimiento cívico de cuya falta suelen quejarse algunos. Es una verdad establecida en la ciencia política la importancia de la adolescencia en el proceso de formación de la cultura política, y ahí reside la preocupación de los cursos de cívica; se relaciona con el desarrollo del pensamiento abstracto y crítico. Es ridículo esperar que las/los hijas e hijos de la clase trabajadora no tengan las mismas demandas que sus padres y madres, y, con su tiempo libre, no sean la voz de quienes trabajan más de 8 horas para sostener a sus familias.
La tercera idea tiene un carácter amplio. El neoliberalismo siempre ha estado en perpetua crisis, pero la posibilidad de la movilización es excepcional y último recurso, cuando la insatisfacción es una tensión constante. Las grandes movilizaciones han ocurrido en coyunturas particularmente especiales, pero esto no niega, como se ha demostrado, de sostenido descontento. Como hemos visto con estas manifestaciones, las manifestaciones por el agua e, incluso, la Ley Pulpín, los aspectos socioeconómicos siguen siendo el principal factor de movilización. Si alguna debilidad tiene el modelo neoliberal, e incluso los modelos alternativos como el ecuatoriano y boliviano, es no haber resuelto las desigualdades de este aspecto.
La cuarta idea se inscribe en lo que escribe Coronel (2019), el Perú ha sido un país de constantes protestas, y en el cuál se ha desfogado la tensión mediante la informalidad, la lucha contra la corrupción y un gobierno que tiende a ceder. Estos dos últimos elementos son netamente coyunturales. Ya desde un tiempo se mantiene un descontento hacia nuestra situación política y económica, y la informalidad también ha supuesto el caldo de cultivo de críticas a situaciones de explotación y la movilidad social frustrada; la mayor parte de la PEA está en PYMES, que tienen más libertades respecto a los beneficios sociales, tanto como las grandes empresas. La misma data del Latinobarómetro expuesta nos pone en peores condiciones que los países movilizados. Quedará de la clase política, y principalmente de las propuestas alternativas, recordar que el fujimorismo también es económico; porque de ocurrir movilizaciones, se necesitará quien dé la cara.
Chile tiene una de las canastas básicas más caras de América Latina. (Febrero, 2016) BBC Mundo. https://www.elmostrador.cl/noticias/mundo/2016/02/29/chile-tiene-una-de-...
Coronel, Omar (Noviembre, 2019) ¿Puede unirse el Perú al baile de los que sobran? CIPER. https://ciperchile.cl/2019/11/29/puede-unirse-el-peru-al-baile-de-los-qu...
Corporación Latinobarómetro (2018) Informe
Durán S., Gonzalo y Kremerman S., Marco (2018) Los Verdaderos Sueldos de Chile. Fundación Sol, Santiago de Chile. http://www.fundacionsol.cl/estudios/sueldos-chile-2018/
La cronología de los hechos que detonaron la crisis social y los días de estado de emergencia en el país (Octubre, 2019) Emol.com. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2019/10/23/965179/Cronologia-Cris....
Ramírez, Fresia (Octubre, 2019) Nueva alza en el pasaje: conoce los nuevos precios del Metro y el Transantiago tras cambio de tarifas. Publimetro. https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2019/10/04/mas-alzas-que-bajas-con...
Toro M., Pía (Junio, 2018) Alza del costo de canasta básica para medir pobreza, casi duplica al IPC en 12 meses. La Tercera. https://www.latercera.com/pulso/noticia/alza-del-costo-canasta-basica-me...
[1] 15 de Diciembre del 2019
[2] Medida creada por el Banco Mundial para indicar la distancia entre la remuneración más alta y más baja, a modo de analizar la desigualdad, siendo 0 el valor mínimo, siendo la máximo igualdad, y 100, la máxima desigualdad.
[3] El irónico caso de Camila Vallejos, quién se manifestó contra el gobierno de Bachelet en el 2006 y termina participando en su gobierno es excepcional, por ser del Partido Comunista, reinsertado en la política chilena.