La guerra económica de los EE.UU. contra China puede partir al mundo en dos

La guerra económica de los EE.UU. contra China puede partir al mundo en dos

Ideele Revista Nº 287

China y los EE. UU.  tenían una interesante integración económica simbiótica conocida como “Chinamérica”, donde China  compraba  bonos del Tesoro de los EEUU y con esos ingresos los EEUU importaban mercancías baratas de China. Todo esto ha colapsado con la declaración de guerra económica y tecnológica de Trump a China.

 

Trump ha destruido “Chinamérica,” creyendo que gracias a las nuevas elevadas tarifas a las mercancías chinas, recolectará más fondos para el Tesoro de los EE.UU. Trump se equivoca, porque  las nuevas tarifas las van a pagar  los  consumidores norteamericanos. También van a perjudicar a las compañías norteamericanas establecidas en China que exportan a los EEUU.

 

 Además, China tiene un gran poder de represalia, no solo alzando tarifas a los productos agrícolas de los  EE.UU., sino vendiendo bonos de Tesoro de los EEUU en gran cantidad. China ha acumulado  estos bonos por un valor de un $1 trillón de dólares;  si China comienza venderlos por todos los mercados financieros devaluará seriamente la confianza en el valor del dólar. Encima de esto, China puede ejercer también como represalia  no usar el dólar en  sus enormes compras  de petróleo. Estas dos  represalias, hasta ahora no usadas, que tiene China  pueden ser el inicio del hundimiento del dólar como moneda de reserva internacional.

 

Hasta ahora, EE.UU. está perdiendo su guerra económica  contra China, ya que  sus aliados Europeos no lo apoyan. Al contrario, se han opuesto oficialmente a las guerras comerciales a través de la Unión Europea. La guerra comercial desatada por Trump contra China esta así dividiendo a los EE. UU. de Europa.

 

Si Maquiavelo viviera, le recomendaría a los EEUU y a China, que en vez de dividir el mundo, negocien sus zonas de influencia económicas-tecnológicas  y se unan políticamente para luchar contra tres plagas que hoy azotan al mundo, como son el cambio climático, la proliferación  nuclear y el terrorismo islámico.

 

 

Uno de los hechos más notorios  de que EEUU está perdiendo su guerra  económica  contra China es  la enorme relación económica que esta  ha logrado con América Latina. China ha  ocupado lo que EE.UU. considera su  “Patio”. En efecto, no solo ha desarrollado un enorme  comercio con América Latina, sino que está efectuando inversiones, préstamos y créditos que superan a los de los EE.UU. Entre el  2005 y 2017 ha otorgado nada menos 141 billones de dólares en préstamos a la América Latina.

 

En Sudamérica, Argentina Brasil, Chile y Perú son hoy  grandes  socios comerciales y financieros  de  China. Además, el Perú,  con la construcción con  China del puerto de Chancay y con el proyecto del tren de Sao Paulo a ĺlo,  ganará una gran renta estratégica global, al convertirse en el gran puerto de toda Sudamérica para la región  Asia-Pacifico.

 

En la guerra tecnológica, los EEUU han tomado la ofensiva, negándole, por razones de seguridad  nacional, el acceso a su mercado a la empresa china Huawei y su super  veloz tecnología telefónica celular de quinta generación llamada 5G. 

 

Sin duda, los EEUU pronto tendrán su propia tecnología 5G, y esto traerá consigo un mundo partido en dos en  tecnología celular de quinta  generación.  Ya hay muchos países europeos  interesados en la nueva tecnología telefónica celular  G5 de Huawei. También es de suponer que  Sudamérica  optaría  por Huawei por su bajo precio.

 

Es muy posible que la mayoría del mundo prefiera Huawei porque será más accesible por su precio, salvo  que los EEUU condicionen, por seguridad nacional, que solo hará negocios  con los países que utilicen  tecnología 5G norteamericana.

 

Que el mundo se divida  en el comercio, las finanzas  y la tecnología celular 5G, no será bueno para nadie, porque esta división  nos llevará gradualmente a una nueva Guerra Fría, que no será solo económica y tecnológica, sino que  terminará por ser ideológica, entre el modelo económico- político de China de capitalismo de Estado,  partido único, y presidencia vitalicia y el capitalismo privado y la democracia electoral y multipartidaria de los EEUU, Europa, Japón, la India, Taiwán, Corea del Sur Australia, Nueva Zelandia y  países latinoamericanos.

 

Si Maquiavelo viviera, le recomendaría a los EEUU y a China, que en vez de dividir el mundo, negocien sus zonas de influencia económicas-tecnológicas  y se unan políticamente para luchar contra tres plagas que hoy azotan al mundo, como son el cambio climático, la proliferación  nuclear y el terrorismo islámico.

 

 

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